Arianna Villaescusa
La higiene bucal resulta imprescindible para mantener la salud de los dientes, pero también puede tener consecuencias positivas para el corazón. Un estudio reciente ha demostrado que una práctica concreta de higiene bucal puede reducir el riesgo de sufrir un accidente cerebrovascular, incluso si solo se hace una vez por semana.
El estudio, que se presentará en la Conferencia Internacional sobre Accidentes Cerebrovasculares a principios de febrero de este año, afirma que usar el hilo dental puede ayudar a prevenir la formación de coágulos de sangre en el cerebro, reduciendo así el riesgo de sufrir un ictus.
La investigación tenía como objetivo relacionar hábitos de higiene bucal (uso de hilo dental, cepillado y visitas al dentista) y el riesgo de accidente cerebrovascular debido a la prevalencia en todo el mundo de la infección bucal, afirmó a la revista Health el principal autor del estudio y presidente del departamento de neurología del Prisma Health Richland Hospital, Souvik Sen.
Los científicos extrajeron datos de más de 6.000 personas inscritas en un programa de examen del riesgo y prevalencia de enfermedades cardiovasculares, a los que se les consultó sobre hábitos como el cepillado, la frecuencia del uso dental o las visitas al dentista, entre otros. Después de 25 años, más de 400 participantes habían sufrido un accidente cerebrovascular y 1.291 participantes sufrieron fibrilación auricular.
Basándose en estos datos, se descubrió que el uso de hilo dental se asociaba a una reducción de entre el 22 y 44% la probabilidad de sufrir un accidente cerebrovascular isquémico —un coágulo que impide el flujo sanguíneo al cerebro— y un accidente cerebrovascular cardioembólico —el coágulo se origina en el corazón—. Independientemente de las visitas al dentista y del cepillado, la enfermedad persistía.
El hilo dental reduce la presencia de bacterias
El uso de hilo dental ayuda a prevenir este tipo de dolencias, ya que reduce la presencia de bacterias en la boca por la acumulación de comida entre los dientes. Este tipo de bacterias pueden entrar en el cerero o en el torrente sanguíneo y desencadenar coágulos. "Esto aumenta el riesgo de eventos vasculares repentinos, accidentes cerebrovasculares e incluso ataques cardíacos", explicó el cirujano vascular y secretario de la Sociedad de Cirugía Vascular, William Shutze.
La presente investigación no se ha revisado por pares ni todavía se ha publicado de forma oficial. Si bien, según Shutze, estos hallazgos sugieren "otra herramienta" para prevenir coágulos sanguíneos y accidentes cerebrovasculares.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) estima que las enfermedades bucales afectan a casi 3.500 millones de personas en todo el mundo. Por otra parte, solo en Estados Unidos, más de 795.000 personas sufren un accidente cerebrovascular cada año.
El Economista
6/02/2025