Este martes se llevó a cabo el segundo encuentro de las Jornadas de capacitación prevista por el CEAM, junto a la profesional Victoria Elizalde, sobre «El cuerpo como instrumento de juego», que abarca a la educación de nivel inicial, los alumnos en formación, particularmente profesorados de niveles inicial y primario; y a las familias.

El primer encuentro de esta capacitación tuvo lugar la semana pasada, durante unas dos horas, con las alumnas de los profesorados de Inicial y Primaria, Tecnicatura en Psicopedagogía y primer año de Psicología.

Según Silvia Varea, directora de Educación municipal, «fue una parte teórica y una parte práctica muy movilizadora», a la que los adultos fuimos invitados a jugar.

Este martes, después de mediodía, se realizó el segundo encuentro, esta vez con las familias y público en general. Restan aún dos encuentros de capacitación que estarán dirigidos a los equipos directivos, miembros de orientación escolar y algún agente multiplicador que comparta sus experiencias.

Según Victoria Elizalde, profesora de Educación Especial y licenciada en Psicomotricidad, quien lleva adelante estos encuentros, «el eje central en esta capacitación es el juego, desde una mirada del compromiso del cuerpo en el jugar, pero no el cuerpo del niño, sino desde el cuerpo del adulto: el familiar, docente, alumna que realiza sus prácticas.»

De acuerdo a Varea, el evento está «enmarcado desde el punto de vista legal en educación, por un lado es un derecho del niño el jugar, el ocio; y, por el otro lado, vamos a tomar algunos conceptos de la ESI (Educación sexual integral)», ya que «la provincia de Buenos Aires ha creado una dirección exclusiva de ESI, desde donde se nos capacita sobre cómo trabajar en los distintos niveles.»

Victoria Elizalde es Terapeuta de CETIS (Centro Terapéutico de General Villegas), donde se desempeña atendiendo a bebés y acompañando a familias y niños desde la mirada de la psicomotricidad.

«Trabajamos desde el juego corporal, todo nuestro abordaje es principalmente desde lo corporal y, por supuesto, como muchas de las disciplinas, lo hacemos desde el juego», expresó la terapeuta, quien agregó que «en el trabajo de docentes de nivel inicial el cuerpo es instrumento, y, a veces, no sabemos cómo usarlo o nos da vergüenza. Por eso vemos cómo tenemos que hacer para contar un mejor instrumento a la hora de trabajar.»

Varea, por su parte, agregó que «no solo el cuerpo como instrumento de juego, sino del cuidado del cuerpo, que es donde ingresa todo lo de ESI.»

Según Elizalde, «hay que entender cómo se va construyendo ese cuerpo, que no se da de un día para el otro, porque la construcción corporal se da a partir del juego.»

Durante la jornada se habló de la importancia del tiempo que disponen los mayores para jugar. Es necesario revalorizar y volver a pensar qué lugar ocupan como adultos con los niños desde la familia, o desde el trabajo.

«El niño tiene que ser jugado, para poder constituirse. Jugar es inherente a él, porque es en ese juego donde se constituye, se arma, se construye. Pero no puede jugar solo, necesita de un otro físico. A veces es necesario dejar los juguetes, dar una tela, un trapito, una caja y seguir la iniciativa que siempre tienen. Si no cuentan con esa iniciativa, es para hacer otro análisis», aportó Victoria.

La tecnología, jugar sin poner el cuerpo

De acuerdo a Varea, «durante la pandemia se dieron dos situaciones: algunos papás que permanecieron en casa tuvieron más tiempo para jugar con sus hijos, pero a otros papás que continuaron trabajando desde casa se les multiplicó el trabajo; y quizá tuvieron menos tiempo. Ante la imposibilidad de salir a jugar con amigos o ir a la plaza, ese lugar lo ocupó la pantalla.»

Es momento de volver a jugar, tirarse al piso de panza (aunque después nos ayuden a levantarnos), saber volar imaginariamente, tomar sopa, comer chocolate, dibujar un perro, esconderse detrás de una cortina, bailar y cantar con la música que les gusta. Y si ellos quieren, ser objeto del juego mismo, sin temor ninguno al ridículo.

Las pantallas entretienen a papás ocupados o cansados (y eso se entiende), pero como aseguró Victoria Elizalde, «la pantalla aquieta los cuerpos, y se termina la demanda del juego.»

Diario
16/06/2022