Se trata de usar la danza de forma complementaria a las terapias tradicionales. De esta manera se aceleran los procesos de aprendizaje en niños que presentan problemas en el habla. A cinco años de su primera experiencia, dos profesoras de esta disciplina exportan la idea y la dan a conocer en Grecia.

Todo partió el año 2001 porque queríamos tratar a un ser querido que estaba fuera del área de integración. Por su edad no podía asistir a las escuelas de lenguaje. Fue entonces cuando nos decidimos a hacer una investigación completa”, relatan al unísono Débora Ruiz Tagle y María Eugenia Oliva, ambas pedagogas, licenciadas en danza, profesoras de educación física y especialistas en trastornos del lenguaje. Están contentas y motivos tienen de sobra: lo que partió de manera experimental se transformó en dos libros con una llamativa propuesta para tratar problemas del lenguaje en los niños. Y ahora los irán a presentar al Consejo Internacional de Danza (CID) que se realizará en Atenas, del 25 al 29 de octubre.

Un tomo se refiere a la investigación teórica y el otro tomo está dirigido a la parte práctica, compuesta por 74 planificaciones divididas en 12 módulos. Tratan la psicomotricidad, motricidad, coordinación, comunicación y kinestesia.

Y aseguran que los resultados son buenos.

“Al principio fue difícil entrar en las escuelas de lenguaje porque son un círculo muy cerrado, por lo tanto tuvimos que elegir a niños que estaban en ellas y hablar con los apoderados y tener clases especiales con ellos antes de llevarlos a sus escuelas.

El resultado es increíble. Los niños que tratamos ese año fueron dados de alta al poco tiempo, porque ellos comenzaron a captar mucho mejor la información que sus docentes les entregaban”, dice María Eugenia.

La idea era poder crear metodologías nuevas que abrieran el campo de la danza. Débora cuenta que otra de las preocupaciones que tenían eran sus propios alumnos: “Nosotros trabajábamos con ellos y veíamos que no avanzaban, que no aprendían. Y ahí nos dijimos ‘pucha, si nos movemos y eso es lenguaje, el método debe funcionar también desde la danza hacia el lenguaje, haciendo todo el tema de la sinapsis cerebral’. Eso está comprobado, y es palpable”.

La danza comunica

Lo que hace la danza a través de este método, según las especialistas, es “abrir los canales energéticos para que lo traten los especialistas adecuados”. Por eso las planificaciones están pensadas de acuerdo a la edad de los niños. Pero además se tiene que utilizar 45minutos antes de que lo trate el especialista. Porque es complementario con la terapia tradicional.

“En la actualidad, las escuelas de lenguaje sólo trabajan con fonoaudiólogos, y sicopedagogo, en el mejor de los casos. Pero esto implica trabajar con el docente en aula, el profesor de danza y el fonoaudiólogo. La idea es que las disciplinas se integren”, explica Débora.

Con la danza, dicen, se pueden tratar todos los problemas del lenguaje. La idea es apuntar a las debilidades corporales de los menores que tienen dificultades con el lenguaje. “Generalmente tienen problemas de equilibrio, de coordinación, atención, percepción, expresión y comunicación. Todo eso tiene que ver con el cuerpo. No podemos involucrarnos en el área del fonoaudiólogo, porque no es nuestra competencia, pero sí en el cuerpo, que es lo que hacemos, lo que la danza hace y que es nuestra especialidad”, especifica María Eugenia.

Los libros va a estar a la venta después de asistir a Atenas, ciudad a la que viajarán gracias a la ayuda del Gobierno, que financió los pasajes y a las municipalidades de San Ramón y La Pintana, porque les faltaban lo recursos para asistir a la invitación cursada. “Tenemos la intención de aplicar esto en forma masiva acá, no solamente con niños con trastornos del lenguaje, sino también en preescolares”, dicen ambas.

La nacion
22/09/2006