La musicoterapia consiste en el uso de la música para facilitar la comunicación y el aprendizaje. Su aplicación en entornos educativos resulta muy favorable, tanto para niños con necesidades especiales como para cualquier tipo de alumnos. Existe una conexión clara entre la música y funciones cerebrales tales como la memoria, la orientación, el equilibro, la movilidad y la coordinación. También conecta directamente con las emociones, las provoca, las evoca y al mismo tiempo ayuda a expresarlas. Por este motivo, constituye una herramienta útil para la educación.
La música en el aula se puede utilizar:
– Como complemento o elemento de fondo, que contribuye a crear un ambiente agradable en el aula, cuando se imparte cualquier asignatura o se desarrolla alguna actividad práctica. En este caso, el alumno la escucha de manera pasiva, algo inconsciente, pero repercute de forma directa en su bienestar, en su modo de estar y actuar en el entorno educativo.
– Como herramienta directa de trabajo, bien para aprender música o bien para potenciar habilidades motoras y comunicativas. En este caso, el alumno participa activamente al crearla con instrumentos, moverse a su ritmo o realizar una escucha atenta que despierta sus emociones de manera consciente.
Aspectos que favorece
La experta Jennifer Delgado indica que la musicoterapia favorece en varios aspectos:
1. Potencia las funciones cognitivas: se ha demostrado que la musicoterapia mejora la atención y la concentración de los niños, a la vez que estimula la fijación de los nuevos contenidos. Además, es una herramienta para fomentar su imaginación, creatividad, formación de conceptos y agilidad mental.
2. Mejora los problemas emocionales: la musicoterapia contribuye a fortalecer la autoestima del niño, haciendo que se sienta más seguro y confiado de sí mismo. De hecho, un estudio realizado por investigadores de la Universidad Queen de Belfast, en el Reino Unido, ha encontrado que este tipo de terapia puede reducir los síntomas de depresión en niños.
3. Fortalece la expresión corporal: a través de la musicoterapia los niños adquieren y desarrollan sus habilidades de expresión corporal, agudizan su discriminación auditiva y refinan su coordinación motora. Además, aprenden a vocalizar y consiguen liberar la energía reprimida.
4. Fomenta la socialización: la música ayuda a los niños a expresarse, es una manera para motivarlos a salir de su zona de confort e interactuar con el resto de las personas mostrando su verdadero ‘yo’. De hecho, se ha convertido en una de las terapias alternativas más utilizadas por los psicólogos.
5. Estimula la maduración cerebral: la musicoterapia es una estrategia estupenda para estimular el desarrollo cerebral infantil. La música es capaz de estimular la liberación de dopamina, un neurotransmisor relacionado con el estado de ánimo. Además, un estudio realizado en la Universidad de Florida ha comprobado que cuando los niños escuchan música se activan numerosas áreas cerebrales como la corteza prefrontal, el área de Broca y de Wernicke, el cerebelo, el lóbulo temporal y la corteza motora.
Técnicas para cada niño
Según Delgado, existen diferentes técnicas que se pueden adaptar a las características y necesidades de cada niño:
- Canto: entonar canciones ayuda a que los niños aprendan la estructura correcta de las palabras y las frases, por lo que es una excelente herramienta para potenciar el lenguaje.
- Audición musical: este tipo de terapia es perfecta para fomentar la atención y el reconocimiento de sonidos, a la vez que ayuda a relajar o activar a los pequeños, en función del tipo de música.
- Juegos musicales: se trata de actividades basadas en un instrumento o una acción musical, en las que se siguen determinadas normas.
- Composición de canciones: esta técnica fomenta la creatividad y la imaginación infantil.
- Tocar instrumentos: no solo requiere conocimiento sino también habilidades motoras, por lo que es un buen ejercicio para los niños que tienen alguna discapacidad física.
Opinión Murcia
10/06/2021