Solamente un 25 % de los latinoamericanos que padecen un infarto cerebral, también conocido como ictus, llega dentro de las primeras 4,5 horas tras el inicio de los síntomas, lo que incide en que la mayoría padezca secuelas o muera, alertaron este jueves expertos.
"Desafortunadamente solo una cuarta parte de los pacientes llega a urgencias dentro de las primeras 4,5 horas del inicio de los síntomas", lamentó Juan Manuel Calleja, neuórologo vascular.
El también titular del servicio de urgencias del Instituto Nacional de Neurología y Neurocirugía de México aseveró que debido a esta tardanza, el 70 % de los afectados quedan con discapacidad como parálisis de cuerpo y problemas de lenguaje.
Explicó que una de las principales razones de que los pacientes no acudan oportunamente a la atención es que generalmente ni ellos ni quienes los rodean conocen los síntomas de un infarto cerebral.
"Generalmente presentan dificultades para hablar, alteraciones visuales, vértigo súbito, parálisis facial, pero muchas veces se pasan por alto", manifestó.
Aunado a ello, señaló que, si de por sí ya existía una problemática grave para diagnosticar esta enfermedad previo a la pandemia, debido a ella las afectaciones se agudizaron.
"Por un lado, la covid-19 provocó que los infartos cerebrales fueran más graves, pero además, el confinamiento que conllevó la emergencia sanitaria hizo que muchos pacientes, pese a tener un infarto, se quedaran en casa por miedo a acudir a los hospitales", lamentó.
Aseguró que aunque no se puede saber exactamente cuánto se incrementaron los daños, sí se estima que el exceso de mortalidad aumentó en 2020 debido a esta causa.
ESTRATEGIA PARA SALVAR VIDAS
El infarto cerebral, también conocido como enfermedad cerebral vascular o embolia, sucede cuando se forma un coágulo en alguna arteria del cerebro, lo que implica que la arteria se obstruya y no haya flujo sanguíneo y con ello falta de oxigenación.
Daniel Sánchez Arreola, presidente de la Sociedad Mexicana de Medicina de Emergencia, recordó que es fundamental la atención médica porque cada minuto que pasa se pueden perder hasta 1,9 millones de neuronas.
Indicó que se estima que una de cada 6 personas en el mundo sufrirá ictus en su vida y, la mayoría de ellas, podría quedar con secuelas tras el evento.
Ante esta situación, los especialistas presentaron la estrategia llamada CAMALEÓN que significa CAra (CAra colgada), MAno (MAno pesada), LEngua (LEngua trabada) y ON (acciÓN), el cual es un llamado a la acción cuando una persona o familiar presenta alguno de estos síntomas.
"El objetivo es que se hagan las intervenciones en el momento oportuno para reducir la discapacidad y la mortalidad que derivan de este padecimiento", afirmó.
Puntualizó que aunque este tipo de enfermedades es más frecuente en mayores de 65 años, actualmente, debido a las altas tasas de sobrepeso, obesidad e hipertensión y dislipidemias -colesterol y triglicéridos altos- en la población, los infartos cerebrales son cada vez más comunes en gente joven.
De acuerdo con datos de la Organización Mundial de la Salud (OMS) cada año 15 millones de personas sufren un infarto cerebral.
EFE
11/06/2021