La escuela de circo del Zirkodomoa, en Barakaldo, combina el trabajo en piscomotricidad y la gestión de las emociones con el juego para proporcionar un alivio a los escolares

El circo ya no es sólo un lugar al que acudir como espectador. Ahora los menores también pueden disfrutar de este espacio aprendiendo a realizar acrobacias adecuadas a su edad, y de paso desarrollar su psicomotricidad y su creatividad. En Barakalado la carpa permanente del 'Zirkodomoa' alberga una escuela para niños a partir de los 5 años que les invita a trabajar en estas habilidades al tiempo que les proporciona un espacio de juego, aunque ahora mismo, con alguna pequeña limitación por la pandemia.

«Hay distintos planteamientos en función de la edad. Cada ejercicio requiere un nivel de psicomotricidad. Los juegos malabares, por ejemplo, es difícil que les salgan bien antes de los diez años, y en algunas etapas del desarrollo, hasta los siete, es mejor dejarles jugar de forma libre y espontánea», explica uno de sus responsables, Mikel Picaza. A medida que crecen, las propuestas también ganan en complejidad y se desarrollan distintas acrobacias y juegos aéreos.

«Cuando son pequeños las clases les ayudan a aprender a gestionar sus emociones, como el enfado si algo no les sale, o la vergüenza», señalan el Zirkodomo. A combatir esta última ayudan las exhibiciones y espectáculos que organizan los alumnos, aunque ahora las medidas de seguridad contra la pandemia impidan desarrollarlas con normalidad. Además, el trabajo físico, la flexibilidad y la coordinación redunda en otros beneficios para los adolescentes. «A esas edades ya les metemos caña con el circo, la conciencia corporal, las posturas... Es una época difícil con sus cuerpos», explica. Así se trabaja en corregir manías en la postura y se les ayuda a estirar y ganar elasticidad. La ventaja a estas edades es que se motivan muy rápido y en unos pocos meses adquieren un buen nivel. «Hasta los 12 años los chavales vienen con ganas de jugar y tener un rato lo menos pautado posible. Tienen otras extraescolares y si se encuentran con un ambiente más libre lo agradecen enormemente», apunta Picaza. A esas edades, pocos se plantean las inquietudes artísticas y se relajan en un espacio en el que no tienen que competir ni realizar exámenes. «Para nosotros el circo es una herramienta socioeducativa. Cuando viene gente con 16 o 20 años, que quieren ser artistas, ya enfocamos todos nuestros recursos en ayudarle a su objetivo», detalla.

Deporte escolar

El ambiente libre y creativo es precisamente algo que buscan muchas familias. «Hay padres que vienen quemados del deporte escolar y de cierta presión que hay en algunos ambientes», afirma Picaza, quien recuerda que en algunos casos las familias también alucinan luego con los resultados al ver a sus hijos ejecutar una acrobacia aérea. «El miedo a las alturas es algo que también se trabaja. No puedes obligarle al niño, pero poco a poco ves cómo se va animando a subir y probar por su cuenta», señala.

Aunque sigue siendo algo relativamente minoritario, en el Zirkodomoa de Barakaldo empiezan a notar que hay un cierto conocimiento de las escuelas de circo. La propuesta también supone para los menores un acercamiento distinto a las artes escénicas. Picaza, que forma parte del grupo teatral 'Malas Compañías', es promotor del Festival de Teatro de Bagatza que este año ha adaptado su edición para ofrecer los espectáculos directamente en los colegios y garantizar las condiciones sanitarias. Así han llegado a 1.200 alumnos con seis obras teatrales. «Cuando ves que hasta los pequeños están allí una hora sentados, y que se meten totalmente en el espectáculo, nos gusta pensar que ampliamos un poco su horizonte y que descubren que existen el circo y el teatro, y muchas otras cosas que todavía desconocen», reflexiona. Además, su formato más pequeño también tiene un punto de cercanía que resulta enriquecedor para los escolares. «Ven que somos personas normales, ninguna superestrella del rock. Simplemente gente que sale a escena y hace su trabajo», recuerda.

El Correo
18/05/2021