Las Escuelas infantiles de Andalucía han sido las primeras en alertar: niños y niñas que salieron de los centros en marzo, cuando el mundo se paró por la pandemia, han vuelto a clase más miedosos y con más problemas para relacionarse. No son todos, pero para muchos es como si su aprendizaje se hubiese parado.
“Muchos niños han estado muy aislados. A algunos esto les ha provocado pequeños retrasos motores o lingüísticos“
Lo ha constatado también en su propio centro la presidenta de este colectivo, Maribel Uncala. “Sin escuela infantil, sin cumpleaños, sin parques… muchos niños han estado muy aislados. A algunos esto les ha provocado pequeños retrasos motores, lingüísticos, les da miedo que se les acerquen otros niños. En las escuelas infantiles trabajamos muchísimo en esto. Son retrasos recuperables, estamos a tiempo, pero se necesita el trabajo adecuado y los especialistas adecuados”, asegura Uncala.
Éste ha sido el caso de Mar que tiene 2 años y va al logopeda. Antes del confinamiento duro había empezado a hablar, pero la pandemia frenó todo y su aprendizaje, también. Sus padres avisaron al pediatra y les derivaron a atención temprana en enero. Hoy siguen esperando la llamada de la seguridad social. María del Mar, su madre, nos dice que ellos tienen suerte porque tienen una amiga logopeda que sigue a su hija. Otros no tienen tanta suerte. “Nos dijeron que, en Sevilla, en nuestra zona, antes se atendía a unos 80 niños, pero con la pandemia la cifra se ha duplicado. Así que nosotros hemos podido recurrir a esa terapia privada y a nuestra hija se le ha notado. Está avanzando mucho y muy rápido”, nos relata.
Tan importante es la detección como el tratamiento
En Andalucía hay 700 profesionales públicos en atención temprana, pero nadie preveía la pandemia. Y tanto la detección como el tratamiento es fundamental para atajar estos pequeños problemas. Por eso también el Colegio de Logopedas de Andalucía Occidental insiste: siempre hay que consultar con un especialista. “Hay que desterrar frases del tipo ya hablará, o ya se le pasará. A veces sí, puede ser, pero en otros casos no. No tratarlo a tiempo puede agravar mucho el problema”, señala Adela Corrales, decana de los logopedas de Andalucía Occidental.
Un retraso en el lenguaje con dos años, puede suponer uno de aprendizaje a los 3 o incluso más adelante. La pandemia también está afectando de esta manera a los más pequeños.
RTVE
2/05/2021