El nuevo campus de formación online de la confederación Autismo España llevará el nombre de Ángel Rivière, psicólogo y científico cognitivo especialista en autismo de reconocido prestigio internacional.
Con este gesto, Autismo España rinde homenaje a este catedrático en el 20 aniversario de su fallecimiento.
El director general de la confederación, Jesús García Lorente, destacó la gran contribución de Ángel Rivière en el ámbito del trastorno del espectro del autismo (TEA) y agradeció a su familia que aceptara la propuesta de que el campus de formación llevara su nombre. “El Campus de Formación de Autismo España Ángel Rivière es una manera de mantener esa huella imborrable que ha dejado Ángel Rivière y de reconocer la labor de esta figura irrepetible y atemporal para el autismo”, aseguró.
La presentación del Campus de Formación de Autismo España Ángel Rivière corrió a cargo de la directora técnica de Autismo España, Ruth Vidriales, y de Merche Peraita, responsable de Desarrollo y Cohesión Asociativa de la Confederación. Ambas señalaron que la plataforma nace con el objetivo de favorecer la formación especializada y de calidad en autismo, contribuyendo así a una de las prioridades estratégicas de la organización: la investigación y transferencia del conocimiento. Será un recurso al servicio de la comunidad del autismo y de todas aquellas personas y grupos de interés que quieran ampliar sus cocimientos sobre el TEA. De ahí que el campus, que verá la luz en 2021, incluya dos tipos de formaciones: unas especializadas sobre el TEA y otras específicas para las entidades miembro de Autismo España.
LEGADO ACADÉMICO
Ángel Rivière fue profesor en la Universidad Autónoma de Madrid desde el curso 1971/72, donde obtuvo una cátedra en Psicología Cognitiva en 1990. Dos catedráticas, Encarnación Sarriá, profesora del departamento de Metodología en Ciencias del Comportamiento de la Facultad de Psicología de la Universidad Nacional de Educación a Distancia, y María Sotillo, profesora titular del departamento de Psicología Básica de la Facultad de Psicología de la Universidad Autónoma de Madrid, participaron en el acto para repasar su legado académico.
Sarriá resaltó el compromiso y la implicación personal de Ángel Rivière, al que definió como un profesor muy completo con una gran capacidad para hacer síntesis originales. También apuntó algunas de sus contribuciones fundamentales, como haber introducido la perspectiva evolutiva en la concepción del autismo, servir de puente entre los profesionales que trabajan con las personas con TEA y los investigadores, desarrollar herramientas para que los profesionales pudieran realizar diagnósticos de manera segura y establecer la base biológica del TEA para desterrar el mito de que la falta de afecto por parte de los padres causaba la aparición del trastorno.
Para María Sotillo, Ángel Rivière fue una persona genial y generosa, que demostraba una gran motivación y pasión por su trabajo y que “no dejaba a nadie indiferente, sino que dejaba huella en todas las personas que le conocían”. También destacó su contribución en la transferencia del conocimiento sobre el TEA y a la hora de introducir el concepto de “espectro del autismo” y la singularidad de cada persona con TEA, lo que hacía imprescindible unos apoyos individualizados. Para Sotillo, Rivière fue en muchos aspectos un visionario, ya que avanzó conceptos como “inclusión”, tan importantes hoy en día, y muchos de sus textos “siguen siendo totalmente vigentes veinte años después de su fallecimiento”.
Servimedia
25/12/2020