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Como en la mayoría de los casos, la necesidad y la motivación personal de una familia, hizo que en 2015 naciese la Asociación Dislexia de Cádiz ADICA. Lucía Alcántara revela que esta DEA (Dificultad Específica del Aprendizaje) está presente en el 10% de la población y tiene una carga genética muy alta. En este sentido, reclama que se hagan más diagnósticos y una adaptación a este alumnado en los centros educativos sin calificarlo ventajoso lo que corresponde por«equidad».
¿Por qué nace ADICA?
Constituimos la Asociación por una motivación personal cuando a mi hijo mediano le diagnosticaron dislexia con 16 años. Hemos sufrido que algo no funcionaba pero no sabes qué. Mi hijo estaba muy involucrado, muy tenaz, muy constante y fue superando los cursos con mucho esfuerzo, pero algo pasaba porque no era normal que trabajase tanto y las notas no eran brillantes. Cuando entró en 1º de Bachillerato con los comentarios de texto vimos que algo no se podía compensar con horas de trabajo y en el instituto no le querían hacer el diagnóstico porque no repetía. Externamente hicimos el diagnóstico y nos dijeron que tenía dislexia. A partir de ahí, como familia buscamos una Asociación que nos ayudase pero no la había. Nos pusimos en contacto con Asociaciones de otras provincias y les pedimos ayuda para formarnos con cursos y decidimos montar con personas que quisieron ayudarnos. Desde noviembre de 2015 ya somos unas 180 familias repartidas por toda la provincia. Nos queda mucho por andar porque realmente el número de personas afectadas por dislexia ronda entre el 8 y el 10% de la población y hay muy pocos diagnosticados que es una de nuestras luchas. Esto quiere decir que en una clase de 30 niños podemos tener tres niños con dislexia y no están diagnosticados y el 40% del fracaso escolar está vinculado a una dislexia no diagnosticada. Desde la Asociación tenemos tres objetivos fundamentales ayudar a las familias, la de formación y atención de los niños, familias y docentes y la relación con las instituciones.
¿Qué importancia tiene el diagnóstico precoz?
Es fundamental por muchos motivos. La dislexia es una Dificultad Específica del Aprendizaje (DEA) que además tiene una carga genética del 60-70%, es permanente para toda la vida pero está desvinculada de un coeficiente intelectual bajo. Son personas inteligentes, capaces pero que tienen dificultades en leer y escribir. Una persona que se ve capaz, que entiende lo que le dicen, ve que algo falla y eso merma mucho la autoestima. Un niño que está diagnosticado en primaria, está atendido, no sufre. Tenemos muchos problemas de autoestima baja, de acoso, porque al leer en público, leen mal, al escribir tienen muchas faltas y se ríen de ellos. Cuando te esfuerzas tanto y nadie te atiende ni comprende y todo el mundo te critica, terminas odiando estudiar. Hay muchísimos grados de abandono escolar por una dislexia no diagnosticada. Si no tienes ese empuje familiar o esa capacidad de superación, en secundaria muchos abandonan los estudios.
¿Con qué dificultades se ha encontrado el alumnado con dislexia en la PEvAU?
Este año ha sido horrible. Las adaptaciones que ellos tienen en clase no se han hecho como debían. No han tenido el servicio de los profesionales que trabajan la conciencia fonológica y sus dificultades. La mayoría o van al psicólogo, al psicopedagogo o pediatra y esas sesiones de intervención no las han tenido. La mayoría de los informes para que en Selectividad tengas una adaptación a algunos les ha llegado tres días antes de la PEvAU. Por ejemplo, en algún caso no sabían si les contarán las faltas de ortografía. Ellos tienen faltas ortográficas y nos pongamos como nos pongamos, ellos no las ven y tienen la exención. Imagina que a una semana vista no sepas qué adaptación te van a hacer. Otro caso como el de una chica que ha tenido que reclamar que tenía más tiempo porque lo tenía en su informe e informar ella a los profesores que vigilaban. La vergüenza que pasó. Esas cosas no son oportunas ni apropiadas. Otro fue un chico que tenía un ordenador asignado y por una confusión se lo retiraron, nos movilizamos, llamaron del equipo técnico y se lo devolvieron pero imagina qué estrés. No son ventajas, es equidad y tenemos que luchar por este tipo de cosas y por el anonimato.
¿Se va a hacer el campamentos de verano este año?
No los vamos a hacer por prudencia. Los campamentos de verano tienen muchos objetivos sobre todo que cuando hemos terminado nos merecemos divertirnos pero también se encuentran personas con 20 años que tienen las mismas dificultades que han terminado una carrera o un ciclo formativo y para los pequeños son un ejemplo. Entonces se crean grupos de trabajo en los que se cuentan entre ellos cómo han afrontado sus dificultades, que adaptaciones les ponen o cuando algo no funciona cómo lo hacen. Estamos preocupados por los brotes que está habiendo de nuevo y hemos decidido aplazarlo a diciembre en principio.
La voz
2/08/2020