La creciente importancia que tiene la tecnología en el mundo y el que forme parte integral del proceso de formación académica de la juventud, así como diseñar una propuesta que ofrezca a niños y jóvenes la posibilidad de entrar en contacto con las nuevas tecnologías a través del manejo de robots y programas especializados, son las premisas por las que se guía Microbotix, una empresa 100% mexicana creada por estudiantes y ex alumnos del Tecnológico de Monterrey, campus Ciudad de México (ITESM-CCM).
Microbotix es una empresa dedicada al desarrollo de cursos de robótica a nivel primaria, secundaria, preparatoria y universidad; así como a la venta de material didáctico, consultoría en automatización y robótica, investigación e innovación, y la distribución autorizada de los productos de Parallax (artículos para robótica, electrónica, microcontroladores, entre otros).
Está formada por un equipo de ingenieros y pedagogos con cinco años de experiencia en la impartición de cursos a través de modelos didácticos.
Los directores asociados de Microbotix, Roberto Saint Martin, Samuel Beutelspacher y Ricardo Correa comentan que la idea surgió cuando los tres estudiaban en el ITESM-CCM y formaron una asociación estudiantil relacionada con la robótica y la creación de cursos para su aprendizaje.
A través del ITESM y su incubadora de negocios, los ejecutivos obtuvieron la asesoría y capacitación necesaria en aspectos como administración, mercadotecnia y finanzas, para armar Microbotix y salir al mercado.
A pesar de que los tres jóvenes emprendedores no pasan de los 25 años, el respaldo de una institución educativa de prestigio, su empeño, profesionalismo y dedicación les permitió crear una empresa sólida que ya ha participado y patrocinado diversos concursos de robótica, al tiempo que ha asistido a congresos internacionales de mecatrónica; e incluso el ITESM-CCM creó un concurso en el cual los alumnos utilizan los robots de Microbotix.
Samuel explica que varios estudiantes de robótica y algunos campus del ITESM han comprado el robot denominado MantaRaya, hecho por ellos mismos y que tiene un costo de mil 800 pesos.
Hoy en día se encuentran en pláticas para vender sus productos al Centro de Investigaciones en Óptica de Guanajuato y la Universidad de Morelos. Algunos centros de investigación del IPN, el Cinvestav y el Instituto Tecnológico de Morelia también han mostrado su interés en sus productos.
Samuel Beutelspacher dice que la empresa ha impartido cursos a diferentes campus del ITESM, entre ellos el de Monterrey, Santa Fe, Querétaro y ciudad de México, también han dictado conferencia para los campus Querétaro y Monterrey.
"Para el siguiente ciclo escolar impartiremos clases en las escuelas primarias el Liceo Iberomexicano y la Escuela de Lancaster", dice Samuel.
El objetivo de los empresarios es cubrir en pocos años 100% de todas las escuelas privadas y públicas del DF.
Cada curso se imparte con un robot diferente. Al avanzar en el conocimiento y grado escolar los alumnos conocen robots cada vez más sofisticados y complejos. Se maneja uno por cada equipo de dos personas, con lo cual aseguran que los estudiantes asimilen adecuadamente lo que aprendieron.
Cada robot se manipula a través de una interfaz gráfica donde los estudiantes aprenden a controlarlos. Por ejemplo, para los niños de primaria se usa el robot Scribbler, el cual tiene sensores de luz, infrarrojos para detectar obstáculos, sensores de línea infrarrojos para seguir líneas o leer códigos de barras y una bocina para tocar sonidos y notas musicales.
el universal
2/08/2006