La princesa Beatriz confesó que la dislexia la hizo sentir que no era «lo suficientemente inteligente o buena» en la escuela y continúa afectándola «todos los días».

La nieta de la reina Isabel, de 31 años, se abrió en un video para Made By Dyslexia mientras pasa el encierro con su prometido Edoardo Mapelli Mozzi, de 37 años y su futura suegra Nikki Shale en su casa de campo de 1.5 millones de libras esterlinas cerca de Chipping Norton.

La princesa confesó que tuvo problemas en la escuela, mientras que sus amigos cercanos parecían estar «muy por delante» de ella.

«Creo que esos momentos de duda simplemente se te ocurren. ‘No soy lo suficientemente bueno’, ‘no soy lo suficientemente inteligente’, ‘¿por qué no soy como los demás?'».

En el videoclip, que fue compartido por el canal de YouTube de la organización benéfica, ella continuó: «Cuando estás en la escuela, esos momentos te definen e influyen en el resto de tu vida».


Beatriz, que fue diagnosticada con dislexia a los siete años, escribió sobre las dificultades que tuvo que superar cuando era niña y cómo el apoyo de sus padres y la magia de las historias la ayudaron a enamorarse de la lectura.

Hablando en el nuevo video reveló: «Tuve mucha suerte, pude ir a una escuela que fue muy enriquecedora y muy solidaria, pero el aprendizaje cotidiano de las cosas fue muy desafiante».

La princesa Beatriz revela lo difícil que fue crecer con dislexia

Beatriz comenzó su educación temprana en la escuela independiente Upton House School en Windsor, en 1991, antes de que ella y la princesa Eugenia asistieran a Coworth Park desde 1995.

En el 2000 pasó a estudiar en la escuela independiente de Saint George en Ascot hasta que se graduó en 2007.

‘Teníamos libros de diferentes colores para describir hasta dónde habían llegado tus niveles de lectura y yo siempre estaba en los libros blancos. Mis mejores amigos siempre estaban en los libros amarillos o los libros verdes. Estaban muy por delante», recordó la princesa.

Dijo que la experiencia la llevó a ‘dudar‘ de sí misma, y ​​agregó: «Creo que si pudiera hablar con mi yo más joven, le diría que esos momentos en las aulas, con los exámenes y las clases, no definirán su futuro, son aprendizajes de por vida que te llevas contigo y te ayudan a ser quien eres».

La nieta de Isabel, que trabaja como Vicepresidente de Asociaciones y Estrategia para la firma de software Afiniti, continuó diciendo que se sintió «muy afortunada» de haber encontrado un empleo adecuado a sus habilidades.

‘Muchos de mis colegas también tienen dislexia porque trabajamos en una empresa de tecnología que siempre trata de ver las cosas de manera diferente.

«Creo que una de las fortalezas que tenemos como disléxicos es mirar las cosas desde otro ángulo, resolver problemas, encontrar nuevas formas de hacer las cosas, ser experimental y emprendedor. Lo que por muchos años fue un problema, ahora es mi fortaleza».

Vanidades
28/05/2020