La finalidad de este documento es proporcionar una opinión experta y práctica con 10 puntos clave a todos aquellos profesionales que están relacionados de forma directa o indirecta con pacientes que sufren disfagia orofaríngea y que son sospechosos, en riesgo de o con COVID-19 confirmado.
Aproximadamente el 20% de los pacientes con coronavirus sufren síntomas severos, que requieren hospitalización y en ocasiones soporte respiratorio en unidades de cuidados intensivos. Pacientes con COVID-19 hospitalizados tienen muchos síntomas, especialmente respiratorios, capacidad motora reducida y alteraciones cognitivas, tanto en fases agudas como en fases de convalecencia.
Se requieren equipos multidisciplinares de disfagia en el contexto actual de pacientes hospitalizados por infección COVID-19 en todo el rango de edades, con o sin comorbilidades. Se trata de pacientes que en muchos casos están recuperándose de las actuaciones necesarias en Unidades de Cuidados Intensivos y que suelen tener afectación respiratoria, traqueotomía y alteraciones motoras y/o cognitivas como resultado de la enfermedad e inactividad física; lo que se denomina Síndrome post-unidad cuidados intensivos (PICS). Estos pacientes suelen requerir atención por los profesionales de los equipos multidisciplinares de disfagia y alteraciones de la deglución.
El coronavirus SARS-CoV-2 se disemina principalmente por las secreciones de la nariz, boca, garganta (secreciones nasales, saliva y flemas) y especialmente por los llamados aerosoles (gotas de flügge) durante la tos y los estornudos. Estos aerosoles también se generan durante cualquier procedimiento en la nariz, boca o faringe incluyendo terapias logopédicas.
La evaluación y el manejo de pacientes con disfagia orofaríngea y COVID-19 es una situación de MUY ALTO RIESGO para los profesionales sanitarios y debe ser considerada como procedimiento generador de aerosoles.
Los profesionales deben asegurar que sus prácticas no tengan ningún riesgo (“zero risk”) de contagiar o diseminar la infección covid-19 a sus pacientes.
Dado que los recursos de protección adecuados (Equipos de Protección Individual o EPI), son escasos, se recomienda contar con la colaboración para el manejo de estos pacientes con aquellos profesionales entrenados y con disponibilidad de Equipos de protección individual (EPI).
Procedimientos de muy alto riesgo, particularmente son:
* Test de cribado con agua.
* Evaluación intraoral y procedimientos de higiene oral.
* Evaluación endoscópica deglución (FEES).
* Rehabilitación de la deglución. Conlleva entrenamiento en toser activamente entre otras muchas técnicas.
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Colegio Logopedas Madrid
6/05/2020