El presidente fundador de la Sociedad Europea de Trastornos de Deglución, Pere Clavé, ha avisado de que las consecuencias de no diagnosticar y tratar la disfagia en pacientes Covid-19 pueden derivar en una mayor incidencia de sobreinfecciones respiratorias, neumonía aspirativa, deshidratación, malnutrición, reintubaciones en pacientes post UCI, prolongación de los días de ingreso, e, incluso, de mortalidad en el hospital.
"El abordaje simultáneo, precoz y universal de la disfagia y el riesgo nutricional en estos pacientes mejora la evolución clínica de los pacientes hospitalizados y de aquellos dados de alta", ha aseverado el también director de Investigación del Hospital de Mataró, Consorci Sanitari del Maresme (Barcelona).
La experiencia clínica de las últimas semanas se ha recogido en distintas guías médicas, como la guía de nutrición clínica publicada por la Sociedad Europea de Nutrición Clínica y Metabolismo (ESPEN) y la guía de práctica clínica del Hospital de Mataró. Esta última ha destacado tres nuevos fenotipos principales de pacientes con disfagia orofaríngea (DO) relacionados con la infección por el nuevo coronavirus.
Por una parte, se encuentran los pacientes ingresados en Unidades de Cuidados Intensivos (UCI), en los que se ha visto una DO asociada, bien con la intubación o ventilación mecánica, o a traqueotomías o sondas nasogástricas. Además, se ha detectado DO en pacientes ingresados en planta con infección respiratoria, neumonía o insuficiencia respiratoria, algunos de ellos con una enfermedad grave que necesita de una alta concentración de oxígeno o ventilación mecánica no invasiva.
Finalmente, están los pacientes post-agudos de Covid-19 dados de alta de hospitales a centros de rehabilitación, residencias de ancianos o centros sociosanitarios (incluidos hoteles medicalizados), quienes han desarrollado una DO asociada a la fragilización acelerada que causa la enfermedad.
EL 55% DE LOS PACIENTES HOSPITALIZADOS TIENEN DISFAGIA
"Para todos estos grupos de pacientes, es imprescindible una correcta evaluación al ingreso del riesgo de DO y malnutrición, asociadas a la severidad clínica de los diferentes síndromes Covid-19 que han desarrollado y a las necesidades médicas que han requerido, como pueden ser la intubación o la ventilación mecánica", ha explicado Clavé.
De hecho, el Hospital de Mataró inició un estudio hace unas semanas cuyos datos iniciales demuestran que el 55 por ciento de los pacientes en Unidades de Hospitalización Covid-19 presentan disfagia y el 84 por ciento riesgo nutricional, por lo que este centro ha iniciado una estrategia proactiva de cribado, identificación y tratamiento precoz de todos los pacientes desde el momento de su ingreso con productos adaptados tanto textural como nutricionalmente.
En el citado estudio de la ESPEN, las dificultades en la deglución después de la extubación pueden durar hasta 21 días, sobre todo en aquellos pacientes ancianos o en los que han sufrido una intubación prolongada. Adicionalmente, se ha observado que cerca del 24 por ciento de los pacientes de mayor edad dependían de una nutrición por sonda hasta tres semanas después de la extubación.
Según los expertos, en los pacientes Covid-19 en UCI con disfagia habría que considerar, como parte integral del abordaje terapéutico, las soluciones nutricionales con texturas adaptadas debido al elevado riesgo de desnutrición que pueden padecer tras la extubación, con atención especial a los mayores, personas frágiles e individuos con comorbilidades individuales.
EuropaPress
26/04/2020