Un estimado de nueve de cada 10 menores diagnosticados con los trastornos por Déficit de Atención (TDA) e Hiperactividad (TDAH) no padecen dichas patologías y es innecesaria la medicación, pues sólo tienen inmadurez emocional, aseguró la especialista Claudia Sotelo Arias.
“La inmadurez emocional de niños y niñas en preescolar y primaria está asociada con un bajo rendimiento escolar y es muy común que padezcan problemas de lenguaje y escritura. Contrariamente a lo que se piensa, se trata de pequeños con capacidades intelectuales normales”, señaló.
La directora del Centro de Especialización de Estudios Psicológicos en la Infancia (CEEPI) explicó, en un comunicado, que muchas veces los infantes no desarrollan sus habilidades acordes a su edad por motivos psicológicos.
“Son niños muy sobreprotegidos y con papás sumamente aprensivos que de forma inconsciente inhiben su desarrollo. No son estimulados”, detalló.
Sotelo Arias dijo que otros escenarios donde se puede presentar un diagnóstico erróneo de TDA o TDAH es por la hiperactividad que la mala alimentación (azúcares, refrescos y comida chatarra) les proporciona a los menores.
La desatención por parte de los padres que de forma inconsciente orilla a los niños a portarse mal o por algún problema familiar, como un divorcio o situaciones de abuso sexual y violencia en el hogar, que no los deja concentrarse en la escuela.
En cuanto a la madurez emocional comentó que se puede tratar mediante terapias de juego: “los niños se divierten al mismo tiempo que refuerzan su autoestima y logran ganar autonomía. Para sus padres la intervención psicológica prevé cambios en la dinámica familiar y escolar”.
lOPEZ dORIGA
12/02/2020