El método desarrollado por Calvo y su equipo, del departamento de Psicología Evolutiva y Educación de la UMU, consiste en un total de cinco fases que comienzan por la creación de "imágenes ortográficas" de palabras clave, de manera que la persona con dislexia pueda identificar ciertas palabras con solo verlas, sin llegar a leerlas de forma fonológica (letra a letra).
En una segunda fase se insertan esas palabras en clave en frases con sentido para ampliar las imágenes ortográficas, para después iniciar un proceso de "lectura prosódica" con ayuda de otra persona (un maestro, los padres) que lee las frases con una correcta entonación y pausas.
La fase final del método consiste en hacer una lectura compartida en la que la persona sin dislexia lee un texto y lo explica con sus propias palabras, y luego hace lo propio la persona con dislexia.
El objetivo final es que la persona con dislexia pueda llegar a leer y comprender los textos de forma autónoma sin la persona de apoyo.
Calvo ha explicado que el método se ha aplicado de manera experimental en el colegio Severo Ochoa, en la pedanía murciana de Los Garres, donde se establecieron dos grupos de 24 alumnos con dislexia cada uno.
Uno de los grupos se sometió a esta metodología en un total de 36 sesiones de 30 minutos cada una y la evolución de su "exactitud lectora" y de su comprensión de textos fue mucho más elevada que la del grupo que no siguió el método.
Para Calvo, los resultados son "francamente alentadores" y ofrecen una alternativa de mejora a las personas con dislexia, una patología que afecta a entre el 6 y 10 por ciento de la población y que tiene un marcado componente genético.
El método, ha subrayado, permite a los disléxicos "desarrollar estrategias para superar sus dificultades y mejorar sus resultados", a la vez que tiene importantes repercusiones en su autoestima y mejora su disposición a estudiar y su estado de ánimo.
Region Murcia
16/01/2020