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Evoca es un proyecto de musicoterapia dirigido inicialmente usuarios con diferentes niveles de Alzheimer, pero también a personas con autismo y síndrome de Williams. Este programa incorpora realidad virtual y 'biofeedback' para el tratamiento de estas enfermedades, señalan fuentes de este proyecto.
Este proyecto se diseñó en una sesión personalizada a cargo de un equipo de psicólogos y psiquiatras musicoterapeutas para trabajar a partir de la identidad sonora del paciente, que tiene un componente evocativo y emocional que conecta con los momentos de picos de dopamina entre otros neutransmisores o de emoción más fuertes del historial de la persona. Esto tiene una presencia en la memoria de las personas muy fuerte, a veces indestructible, señalan fuentes de este proyecto.
Así, cuenta con un dispositivo que permite monitorizar cómo se encuentra el oxígeno en sangre, las pulsaciones cardíacas y la información galvánica, que le aporta a los psicólogos o los psiquiatras otra capa informativa, que es la reacción somática o del cuerpo.
“Con esta tecnología basada en las experiencias polimodales existen mejoras cualitativas y cuantitativas evidentes“, explica Ernesto Briceño, CEO de Evoca y director del Centro de Estudios Musicales María Grever. En cuanto a las primeras, asegura que los usuarios de Evoca ganan o recuperan niveles de sociabilidad, de bienestar y de socialización con su entorno.
Además, cuantitativamente, incide el responsable del proyecto, “estamos hablando de oxigenación en la sangre, gestión del dolor y la angustia, y de niveles de activación del ritmo cardíaco“.
“El ejercicio, por tanto, consiste en reconectar el usuario con su propia historia a partir de la música, sonido, olfato y la realidad virtual -con unas gafas especiales“, destaca el CEO de Evoca.
Briceño también explica que “una de las pérdidas importantes en la primera fase del Alzheimer es la de poder identificar olores“, y este sentido se trabaja dentro de Evoca a partir de elementos naturales vinculados a la historia de los usuarios: “Para una persona de Galicia, un castaño es mucho más cercano que una olivo, y un olivo seguramente tocará más el background de una persona de Jaén“.
De este modo, oliendo estos árboles, hacen un ejercicio de reconocimiento del olor, pero también de reconocimiento de una época y de una emoción de su vida. “Y cuando expones a una persona durante sesiones continuadas a estos olores, estás generando la sinapsis, que es la conexión neuronal, que a veces con el tiempo se duerme o se deteriora“, añade el director.
Actualmente hay un centenar de usuarios de Evoca en Cataluña -en la residencia Piedra Serrada de Parets ya la Fundación Sanitaria de Mollet, así como en una residencia de Abrera- y el objetivo es ampliar fronteras inicialmente hacia Madrid, Sevilla, Córdoba y Monterrey en Mexico
La Razón
13/01/2020