¿Imaginas no poder decir te quiero a una hija? ¿O no poder dar tu opinión en un debate de política? ¿O decir a alguien, por ejemplo, que tienes hambre?
Muchos no saben que una de cada seis personas en España sufrirá un ictus a lo largo de su vida. O que el ictus es la primera causa de muerte entre las mujeres de nuestro país.. O que una de las secuelas que deja en los que sobreviven es la afasia. No poder comunicarse. No poder hablar. Quedar mudo de la noche a la mañana.
Lo sabe bien Paloma Blanco. Hace 20 años sufrió un ictus que le dejó afasia: “Yo no sabía lo que era”. Tenía dos niñas pequeñas cuando pasó: “Me preocupaba no poder comunicarme con ellas. No poder leerles un libro o un cuento”. Paloma inició así un largo camino, acompañada por una logopeda, para volver a hacer algo tan rutinario como hablar.
Nereida Bueno es psicóloga y profesora en la Universidad Pontificia de Comillas. Ha vivido muy de cerca la realidad y las consecuencias de un ictus. Fue en diciembre del año 2015 cuando su madre sufrió este tipo de lesión cerebral. Y fue una afición de la propia Nereida la que le dio una pista para poder desarrollar el Proyecto Dulcinea, un nombre que ya no sólo se refiere a la musa de Don Alonso Quijano, el Quijote de la Mancha. A través de los gestos de los actores en películas españolas, los pacientes con afasia puede imitar la pronunciación y el tono de las expresiones. “De cero palabras pasó a comunicar ocho”. Ahora, no hay que olvidar que es un proyecto piloto centrada en un tipo de afasia: “El proyecto busca durante tres años tratar de aplicar métodos científicos para ver si la terapia basada en el doblaje sirve para recuperar el lenguaje”.
Cope
11/12/2019