!-- Google tag (gtag.js) -->
El mal uso de las nuevas tecnologías y las prisas para que los niños aprendan cada vez antes a leer y escribir está agravando la dificultad de atención que cursa con la dislexia en muchos pequeños, según los logopedas consultados en el Día Mundial de este trastorno del aprendizaje.
Los expertos del Colegio Profesional de Logopedas de la Comunidad de Madrid advierten de esta situación que atraviesan las personas con dislexia, un trastorno que afecta a entre el 5 y el 10% de los niños. En una clase de 25 niños, al menos uno tiene este trastorno que se relaciona con el rendimiento académico.
Ana Salvador, miembro del comité de educación del Colegio, ahonda en ello: "Los tablets, los móviles, los dispositivos electrónicos ayudan y suponen un avance cuando se usan bien, pero si se utilizan constantemente pueden provocar, especialmente en niños que sufren este trastorno o el de déficit de atención, mayor impulsividad y también frustración".
Dificultades con la lectura, escritura y comprensión lectora
"Si ya de por sí estos niños tienen más papeletas para tener estas dificultades, esto juega en contra y los niños empiezan a notar que son diferentes", comenta esta logopeda, que recuerda los principales inconvenientes en el aprendizaje de las personas con dislexia: dificultades con la lectura, escritura y comprensión lectora.
Sus capacidades son normales, pero cuentan con ciertos obstáculos para emplear los vehículos de acceso al aprendizaje -la lectura y la escritura- y los sufren más ahora porque, según Salvador, "se está metiendo ya en primero de Infantil el tema de las letras, cuando en esa etapa escolar hay que trabajar cosas diferentes, como la temporalidad, las formas o el sistema corporal".
Según estos expertos, se está yendo muy rápido en estos aprendizajes porque se pretende que los niños salgan ya de tercero de Infantil, cuando se empieza a evaluar, sabiendo leer y escribir, y para los que tienen algún tipo de dislexia u otro tipo de trastorno "esto es tremendo".
El fracaso escolar
Entre el 40% y 55% del fracaso escolar está protagonizado por alumnos con dificultades de aprendizaje, entre los que está la dislexia, y esto ocasiona en los niños baja autoestima, ansiedad, depresión o problemas de conducta.
Por eso, cuanto más precoz es el diagnóstico, antes se puede adaptar el aprendizaje y mejorar el interés, y con ello se evitarían estos problemas de salud en los niños.
Indicadores tempranos
Hay indicadores tempranos a partir de tercero de Infantil que permiten identificar la dislexia, pero según la logopeda, no se están usando en muchos colegios porque -asegura- "hay un desconocimiento total en este ámbito".
"Si el profesor nota algo raro en el niño -explica- debería derivarlo al equipo de orientación del colegio. Normalmente los profesores de aula lo suelen hacer, pero ellos no le pueden ayudar si el equipo de orientación, formado entre otros por psicólogos y pedagogos, no le pone una etiqueta".
Pero los indicadores tempranos se dan incluso antes de que los niños comiencen a aprender la lectura y la escritura. "Hay que desterrar la famosa frase de 'ya hablará' cuando estamos ante un niño que apenas realiza frases a los dos años y medio, ya que ese retraso puede ir aumentando".
La "torpeza motora" es otro indicador de un posible problema de lectura, con lo que habrá que considerar que necesita un mayor apoyo si por ejemplo el niño ha tenido dificultades para aprenderse los colores, los números, los días de la semana o tiene problemas para centrar su atención.
La dislexia tiene un componente hereditario y otro neurobiológico, porque se han constatado casos en los que algunos genes del lenguaje estaban alterados y otros en los que lo estaban determinadas áreas del cerebro del hemisferio izquierdo, implicadas en el procesamiento del lenguaje.
Se nace con dislexia y ésta no va a desaparecer, pero desde la logopedia, según Salvador, sí se pueden construir puentes para que la persona se enfrente a la lectura y escritura con mayor éxito.
Diario Sevilla
3/12/2019