A pesar de la concepción general que dice que la hipoacusia o pérdida auditiva es un problema que tan solo afecta a la población en edad avanzada, cada vez son más los jóvenes que comienzan a experimentar perdidas auditivas. De hecho, la OMS (Organización Mundial de la Salud) afirma que para el año 2050 un 10% de la población del globo sufrirá diferentes apariciones de problemas auditivos por la exposición prolongada a ruidos elevados. Este foco, ahora en los jóvenes, pretende evitar que la mitad de las personas con edades entre los 12-35 años vean deteriorada su capacidad auditiva con el paso de los años.
Especialistas en la audición afirman tras sus estudios que parte de los motivos y causas residen en el hecho de que cada vez más gente joven comienza a incorporar el sonido a sus actividades del día a día, especialmente las personas más jóvenes. De esta manera, los datos sostienen lo siguiente hasta un 50% de los menores de 35 años trabaja con música y más del 60% prefiere relajarse con sonidos en vez de hacerlo en silencio.
Si a esto le sumamos que los jóvenes son los que más acostumbran a utilizar auriculares para escuchar música, nos encontramos ante un aumento del tiempo en la exposición a sonidos con niveles superiores a los recomendados. Estos niveles se sitúan por encima de los 60 decibelios recomendados.
Según la OMS, las consecuencias de la pérdida auditiva no abordada puede ser difícil de abordar si no se revisa a tiempo. Uno de los efectos más obvios de la pérdida auditiva en la infancia, por ejemplo, puede ser el desarrollo del lenguaje. También tiene un impacto en la alfabetización, el autoestima y las habilidades sociales. Y es que la pérdida auditiva no tratada a menudo es asociada junto al bajo rendimiento académico, que puede conducir a mayores dificultades de comunicación y consecuencias psicológicas que pueden influir en el estado emocional del paciente. El impacto en las familias también es negativo.
Es por eso que en los últimos años han surgido centros auditivos enfocados en tratar estos síntomas, temas tan delicados, de una forma más empática y humana como Claso. Ellos lo tienen claro, trabajan para acabar con los prejuicios asociados a la pérdida auditiva: “Llevar gafas o lentillas no te incapacita, ¡y llevar audífonos tampoco”. También trabajan en el blog de su página web, explicando cómo funcionan los diferentes aparatos que utilizan para facilitar la capacidad auditiva, de una forma más cercana y clara. Como por ejemplo su explicación de los implantes cocleares para pérdidas auditivas avanzadas, donde una vez más el poder de la tecnología se ha desarrollado tanto que han conseguido que con estos audífonos se pueda estimular de manera directa el nervio auditivo.
Respecto a la prevención auditiva, el tipo de audición inducida por el ruido es el único totalmente prevenible, sobre todo los de altos decibelios. Así, la OMS, el máximo organismo a nivel mundial para la salud, recomienda también no pasar nunca del 60% de volumen en todos los dispositivos.
Ciencia
25/11/2019