La Fundación Pasqual Margall y la Fundación de los Notarios de Cataluñaa han aconsejado a todos los enfermos de Alzheimer y sus familiares que formalicen alguna de las formas de prevención jurídica previstas para casos en que el deterioro de la salud impida a una persona tomar decisiones en el futuro.

En una jornada organizada por las dos fundaciones esta tarde en Barcelona, el Colegio de Notarios de Cataluña ha confirmado que los denominados 'poderes generales preventivos', uno de los instrumentos jurídicos adecuado para enfermos de Alzheimer que les permite designar a una persona o institución que represente sus intereses en el futuro, se han multiplicado por 30 en diez años, al pasar de 141 en 2008 a 4.458 en 2018 sólo en Cataluña.


La portavoz de la Fundación Maragall, Cristina Maragall, ha recordado que a menudo las familias afectadas no tienen en cuenta estas cuestiones hasta que ya es demasiado tarde y por eso este es uno de los temas que se tratan en los grupos terapéuticos de cuidadores organizados por la Fundación Pasqual Maragall

"Es importante prever el futuro y tomar decisiones en el momento oportuno, ya que, a menudo, las familias afectadas y los cuidadores, desbordados por la enfermedad, con síndrome de sobrecarga y en un proceso de duelo, no tienen en cuenta estas cuestiones hasta que es demasiado tarde. Por ello, la prevención jurídica es el mejor aliado para la tranquilidad de familiares y enfermos de Alzheimer", ha señalado Maragall.


En el caso de los "poderes generales preventivos", que permite designar a una persona, personas o institución que actúen representando los intereses del enfermo, tiene eficacia en vida, se extingue con la muerte de la persona, y se tramita sólo antes de la pérdida de la capacidad.

"Disponer de este documento disminuye la presión del cuidador y simplifica y abarata su actuación a nivel de representación jurídica y económica del enfermo en casos de pérdida de capacidad, según la hija del ex presidente de la Generaliat y ex alcalde de Barcelona, Pasqual Maragall, aquejado de Alzheimer desde hace casi una década.

Según ha explicado el notario Albert Domingo, la "autotutela" es otra de las herramientas utilizadas en estos casos, ya que permite nombrar o excluir personas o instituciones para el cuidado de la persona y de su patrimonio, tiene eficacia en vida y se extingue con la muerte de la persona.

"Al designar a un tutor se evita que el juez nombre a una persona que no considere la más apropiada, y ejerce una función preventiva de un posible conflicto familiar por la disputa del rol de cuidador", ha subrayado Domingo.

Otras opciones que ha comentado el notario han sido las "voluntades anticipadas o testamento vital", que expresa y traslada instrucciones para hacer tratamientos médicos y recoge indicaciones a tener en cuenta en casos como la aceptación o el rechazo de determinados procedimientos terapéuticos.

También permite designar un interlocutor necesario con el médico o el equipo sanitario en caso de que el enfermo no pueda expresar su voluntad.

"Todos estos documentos son autorizados por el notario", ha recordado Domingo.

Otra solución de último recurso es la incapacitación, en este caso, un procedimiento judicial para determinar el tutor de la persona enferma, un trámite que sólo podrá iniciarse a petición del cónyuge o descendientes (hijos o nietos), los ascendientes (padres o abuelos), los hermanos o el Ministerio Fiscal.

EFE
28/10/2019