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La falta de conocimiento sobre la demencia conduce a suposiciones erróneas sobre sus efectos en la persona y en su familia y a estereotipos negativos acerca de cómo se comportará una persona que la padece. Informarse, conocer los alcances y como actuar, hace posible perder el miedo. Para concientizar sobre el impacto de esta enfermedad cada vez más frecuente, la OMS estipuló el mes de septiembre para hablar de Alzheimer. El tema de la campaña este año es “Hablemos de demencia: poner fin al estigma”.
Actuar para perder el miedo
“Animamos a todos a comprender la importancia de reconocer a la demencia como una enfermedad y actuar de forma consciente para minimizar su impacto en la persona, la familia y los cuidadores”, indica Natalia Dipaolo, terapista ocupacional e integrante del equipo que se desempeña en el área de abordaje integral de Alzheimer en el Centro de Salud del partido de Tres Arroyos. De este tema cada vez se habla más ya que debido al aumento de la expectativa de vida que hoy se alarga hasta los 80 años o más, surgen más patologías como las demencias, que se deben trabajar, señala la profesional.
El área está coordinada por el doctor Gustavo Vidal, médico neurólogo con vasta formación y experiencia en estas patologías, la licenciada en Psicología Silvina Belizan y la ya mencionada licenciada en Terapia Ocupacional Natalia Dipaolo.
Estas últimas poseen además formación en Neuropsicología y se especializan en Gerontología. En este mes, en el que se realizarán actividades de capacitación y concientización, charlamos con Natalia y Silvina para conocer los alcances de esta enfermedad en la vida de las personas, sus familias y las respuestas que brinda el sistema de salud local.
“La enfermedad de Alzheimer es un trastorno neurodegenerativo cerebral crónico que afecta en forma progresiva las funciones cognitivas, la conducta e impacta en la vida diaria de los pacientes y sus familias. La EA no es parte del envejecimiento normal, aunque la edad es su principal factor de riesgo. Continúa siendo la causa más frecuente de demencia a nivel mundial, representando hasta un 70% de los casos en mayores de 65 años. Afecta y discapacita a una de cada ocho personas de más de 65 años y a casi la mitad de las mayores de 85 años”, asegura Silvina Belizan.
¿Cuándo consultar?
Prestar atención a algunos comportamientos es importante para realizar una consulta, los síntomas suelen presentarse en forma lenta e insidiosa a partir de los 65 años, y se pueden diferenciar en dos grandes grupos, indican las profesionales. Entre los cognitivos, se encuentran: dificultad para adquirir nueva información (memoria de trabajo); dificultad para razonar o realizar tareas complejas; alteración de las habilidades visuales-espaciales y alteraciones del lenguaje.
Entre los conductuales y psicológicos: depresión, apatía (carencia de ganas de realizar actividades que antes realizaban con asiduidad) ansiedad, agitación, alucinaciones, delirio.
Resulta importante diferenciar a la enfermedad de Alzheimer del deterioro cognitivo leve. Este último se reconoce como una condición patológica, un proceso transicional a la demencia, no como un proceso normal asociado a la edad. Estas personas presentan cierto grado de déficit cognitivo, cuya severidad resulta insuficiente para cumplir criterios de demencia ya que no presentan un compromiso esencial en las actividades de la vida diaria. Este grupo de pacientes tiene un riesgo aumentado de desarrollar demencia. Sin embargo, de ser detectado a tiempo, su avance es muy lento y debe tratarse a través de la terapia farmacológica, y abordando la estimulación de diferentes areas con el objetivo de mejorar la calidad de vida, indica Natalia Dipaolo.
La Voz del pueblo
16/09/2019