En estos tiempos que corren, las personas mayores tienen que salvar, además de la brecha generacional, la tecnológica. Mientras que la mayoría de sus familiares están constantemente en contacto a través del móvil, ellos corren el riesgo de quedarse aislados. Por suerte, existen asociaciones como eMayores que les enseñan a desenvolverse con aplicaciones como WhatsApp o Skype.
“Piensa en cualquier familia de hoy en día. ¿Cuál de ellas no ha creado un grupo de chat llamado 'Familia'?, pregunta Estefanía de Régil, creadora de eMayores. “Si algún miembro no sabe usar esa mensajería, no está en el grupo y, por tanto, se queda fuera de las conversaciones del día a día”.
Desde hace tres años, esta asociación ofrece, en Madrid, clases particulares, cursos, talleres, y charlas, así como asesoramiento tecnológico con el objetivo de reducir la brecha digital que sufren las personas de avanzada edad. “Nuestro trabajo consiste en presentar las tecnologías como algo amigable, trabajando siempre desde sus intereses y necesidades. Explicando y practicando.”
Muchas veces, las personas mayores poseen un dispositivo propio pero sin saber cómo funcionan. “El primer escollo al que se enfrentan es al manejo de una pantalla táctil, en la que hay los botones que, de repente, desaparecen”, aclara De Régil. “Nuestra labor no es sólo el manejo del dispositivo en sí. El reto es aún mayor: para qué valen los botones; cómo hacer tu teléfono más accesible, con un teclado más grande, tonos que escuchen bien; qué son los ajustes; cómo hacer una copia de seguridad; qué es una aplicación y cómo descargarla; actualizaciones, seguridad del dispositivo, privacidad... Es decir, llegar a ser un ciudadano digital”, enfatiza la directora de eMayores.
Algo fundamental en una sociedad donde la comunicación online comienza a ser básica para hablar con la familia y amigos. “La aplicación estrella es el WhatsApp, les permite comunicarse, tanto por escrito como por audio, y ya también por videollamada. De esta manera, pueden estar en contacto con los hijos, nietos, hermanos y amigos de manera sencilla y rápida”, aclara De Régil.
Ana Rojo, alumna de eMayores de 65 años de edad, coincide con ella. Es la aplicación que más usa, la segunda es Skype. Aunque también utiliza la red para “acceder al banco o a la administración. Internet lo consulto bastante. Tengo algunas aplicaciones en el móvil. Pero todo lo he ido incorporando con mucho miedo al principio”.
Superar estos temores infundados tiene su recompensa. “Ahorro tiempo, paseos al banco, a las entidades de la Administración... Por internet, las gestiones son mucho más rápidas. Además, ahora siempre estoy comunicada con los demás”, explica satisfecha Ana Rojo. “La parte negativa es el terror que se siente cada vez que no encuentras el móvil o el PC no funciona como esperabas. En cierto modo, siento que nos hemos apuntado a una gran esclavitud”.
Leo Pozo, otra alumna de 71 años de edad, realizó un curso que le ha permitido usar WhatsApp o Skype diariamente para comunicarse con sus allegados. “También uso internet con frecuencia, tanto para buscar información como para realizar trámites bancarios, con la administración pública…”
Ambas coinciden en que estos cursos les han permitido ser mucho más autosuficientes, al tiempo que han mejorado su comunicación con los demás y, por ende, su calidad de vida. Se terminó ir al banco para hacer un pago o conocer el estado de la cuenta, así como acercarse al ambulatorio para pedir hora al médico. Ahora, Ana y Leo lo hacen cómodamente desde su casa.
Lejos ha quedado para ellas lo de buscar ayuda para enviar una foto o buscar un botón que no encuentran. Como señala Ana Rojo, “antes dependía de la buena voluntad de otras personas, siempre más jóvenes, para solucionar problemas e ir aprendiendo herramientas nuevas. Era bastante estresante, la verdad”. “Ahora soy mucho más independiente y autónoma”, añade Leo Pozo.
La academia eMayores se encuentra en Madrid y hace presupuestos a medida para clases individuales o en grupo, talleres y asesoramiento tecnológico.
El Mundo
15/09/2019