Trescientas personas asistieron ayer a un curso en el que Anabel Cornago, reconocida experta sobre infancia y autismo, se proponía «mostrar paso a paso cómo adquirir las herramientas necesarias para desenvolverse en el mundo social». Autora deManual de Teoría de la Mente y coautora de Manual de juegos para niños con autismo, su blog El sonido de la hierba al crecer es también un referente en el tema, sobre el que ha ofrecido formación en varios países e instituciones.

-Se ha formado en Ciencias de la Información, ¿cómo alcanzó está especialización en el autismo?

Desde el diagnóstico de autismo de mi hijo, que va a cumplir 15 años, me he implicado en todo lo que es la estimulación. E intento transmitir que el autismo supone lógicamente dificultades, pero también hay muchísimas habilidades.

-¿Cómo se estimula a un niño con autismo?

Para que adquiera cada vez más competencias, hay que creer siempre en su potencial, en el sí se puede, desde la comprensión y desde el respeto. En estos cursos vemos lo que puede abarcar la estimulación, partiendo de la interacción, de motivar, de disfrutar muchísimo con el niño para, a partir de ahí, ir adquiriendo competencias comunicativas, socioemocionales y cognitivas; y para terminar en lo que sería la teoría de la mente.

-¿Cuál es la teoría de la mente?

Que cada persona es diferente; que las personas pensamos, o creemos, o sentimos, o percibimos distinto; y en función de ello actuamos distinto. Y para alguien con autismo le resulta difícil entender lo que va a hacer otra persona. Por eso, en el curso comenzamos por la interacción, el juego, con pasarlo muy bien.

-A la mente y al juego les ha dedicado libros.

En uno me ocupo de cómo interactuar y cómo jugar con las personas con autismo; y el otro es sobre la teoría de la mente. En este curso abordamos aspectos de los dos. Porque la teoría de la mente es el tejado de la intervención; y para comprenderla bien hay que desarrollar actividades comunicativas, divertirse, que haya interacción, atención conjunta. Si no, no vamos a llegar.

-¿Qué le recomienda a una familia cuando le dicen que un hijo tiene un trastorno de autismo?

Primero, que es nuestro hijo, la persona que más queremos. Nadie desea que el autismo entre en casa, pero ahí está, y hay que aprender a vivir, a convivir y a avanzar con el autismo, respetando y comprendiendo muy bien al niño, creyendo en su potencial y sabiendo cómo estimularlo. Para eso es importante que las familias se informen, se formen y se impliquen, y saber disfrutar cada momento. No se trata de curar, sino de avanzar con el autismo e ir descubriéndolo y avanzando juntos. Además, las personas con autismo nos enseñan un mundo diferente, a centrarnos en los pequeños detalles, en las cosas importante de la vida.

-¿Cómo deben actuar?

En los comienzos es importante mantener un entorno amable, en el que la persona con autismo se sienta segura, predecible, que sepa qué va a ocurrir y qué se espera de ella; sin mucha estimulación ni muchos sonidos. En ese mundo predecible, saber lo que va a ocurrir, las anticipaciones o las agendas van a ayudar; y en ese entorno amable, la forma de hablar, de dirigirnos o de darle un sistema de comunicación le va a ayudar muchas veces.

-¿Hay diferencias en el modo de actuar?

Se debe de tener en cuenta que hay personas con autismo con lenguaje y otras que se quedan en preverbales, que no han desarrollado todavía el lenguaje; y todas deben tener siempre una forma de comunicarse.

-¿Qué aconseja para una mejor integración social del autismo?

Convivir con el autismo implica asumir tareas de concienciación, porque aún persisten mitos, hay personas que no conocen el autismo y por eso les asusta. Se dice, por ejemplo, que las personas con autismo viven en otro mundo, o que no tienen emociones, y lógicamente no es así. Hay que informarse del autismo, vivirlo con naturalidad y visibilizarlo; porque todos somos diferentes, igual de valiosos. Y mostrar la inclusión: si desde muy pequeños los niños crece juntos, nadie se va a sorprender porque uno tenga autismo, otro lleve gafas, o sea negro. Si nos unimos familias, profesionales y educadores, y partimos de la escuela de todos para todos y la convivencia desde chiquitines, vamos a ser personas más inclusivas y una sociedad más inclusiva.

La voz de galicia
29/04/2019