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La dislexia es la dificultad para leer en forma fluida, exacta y automatizada, en un niño sano que ha sido debidamente estimulado, es la más común. Después viene la disgrafía -dificultad para escribir- y luego la discalculia -dificultad para hacer cálculos matemáticos-.
El médico pediatra Gustavo Abichacra, quien fuera presidente de Disfam Argentina (asociación con la finalidad de dar el conocimiento necesario a la sociedad sobre las DEA), participó del encuentro y brindó definiciones sobre la dislexia y la necesidad de que Salta reglamente la adhesión a la Ley nacional 27.306 que declara de interés nacional el abordaje integral e interdisciplinario de quienes presentan (DEA).
"No es justo que se "discapacite' un chico con capacidades cognitivas suficientes, para poder tener cobertura de las Obras Sociales y acceso a un tratamiento. La ley es importante para la formación docente que les permita darle a los chicos el acceso adecuado al conocimiento", aseguró el profesional en una entrevista con El Tribuno.
¿Cuáles son las dificultades que deben ser tenidas en cuenta antes de someter al niño a un diagnóstico definitivo de dislexia?
Antes de los 7 años se hacen diagnósticos de riesgo, los más comunes son detectar dificultades en el lenguaje y los antecedentes hereditarios, esto es fundamental. Un padre con dislexia tiene 8 veces más probabilidades de tener un hijo con dislexia, y en hermanos la probabilidad es del 40 por ciento, con lo cual quedó comprobado que es hereditario y que hay familias enteras con dislexia. Existen dificultades en el reconocimiento de las letras, de los fonemas, bajo vocabulario. Son pequeños predictores que a los médicos nos hacen decidir que podemos empezar a trabajar a los 4-5 años en el lenguaje como para prevenir los problemas linguales. Porque lo que se necesita para poder aprender a leer son los procesos de la conciencia fonológica que es la posibilidad de manejar los sonidos del habla y saber como empieza y termina una palabra, como se separa en sílabas o reconocer los sonidos de la palabra que es la base de la fonética. Esa es la condición sine qua non para poder aprender a leer para que cuando la maestra le de el conocimiento de la letra. Si no tiene esos conocimientos previos de los sonidos del habla, el niño va a ser muy difícil que aprendan a leer.
¿Cuáles son las consecuencias de la falta de un diagnóstico o uno tardío?
El daño emocional se presenta en una persona inteligente y se la enfrenta a algo que no puede hacer. Los conocimientos se adquieren a través de la lectura y la escritura, es decir que si se le dice al chico, "vos sos inteligente pero vago porque no querés hacer esto" o lo que es peor se les hace creer que son tontos, el esfuerzo es enorme ya que gastan cinco veces más energía cerebral y tres veces más de tiempo para realizar un trabajo de lectura y escritura. Esto los lleva a frustrarse a bajar los brazos porque hagan lo que hagan los resultados son siempre lo mismo. Eso va mellando la personalidad del chico, bajando su autoestima que más del 50% la tiene por el piso, con lo que el chico deja de intentarlo y puede venir la depresión y el estrés que es un conviviente de la dislexia. El chico tiene miedo de ir a la escuela, porque tienen terror que la maestra, por desconocimiento y no por maldad, los exponga a leer en público. La autoestima lo es todo, es poder llegar a la conclusión de que soy bueno para tales cosas y no para esto y desestigmatizar el término de dislexia, porque si se oculta, el chico cómo cualquier persona mayor, cree que lo que tiene es grave. Hay que tener en cuenta lo cognitivo y lo emocional para abordar a un chico con el clima adecuado. Porque las consecuencias producen un bloqueo a la parte cognitiva que puede resultar en un trastorno de la ansiedad.
¿Falta capacitación en los docentes sobre la temática, teniendo en cuenta que desempeñan un rol fundamental en la detección de los primeros indicios de dislexia?
Hay un estudio de la Universidad de Gualeguaychú del que se desprende que solo el 15 por ciento de los docentes sabe que es la dislexia y sabe que hacer con ella. Claro que el docente tiene un papel fundamental en la detección precoz, no tiene que hacer diagnóstico, lo que tiene que ver son los factores de riesgo y no esperar y ver, porque no hay cosa peor que en una persona con una dificultad en el lenguaje que esperar ya que se le está haciendo perder la oportunidad de lograr esa habilidad necesaria para poder aprender a leer debidamente. No es una cuestión madurativa, si la esperamos lo más probable es que sean una cuestión de por vida por actuar tarde. Además el cerebro tiene que desaprender lo mal aprendido va a tener consecuencias emocionales que vana impedir que el chico ponga las ganas suficientes para querer modificar lo que le vino de base, genéticamente.
El Tribuno
10/05/2019