Los resultados de un trabajo publicado en la revista “Proceedings of the National Academy of Science” indican que la ausencia de desactivación en las personas con autismo muestra una alteración en el procesamiento interno directo durante el descanso o reposo, lo cual puede ser una contribución importante al déficit social y emocional del autismo. "La actividad cerebral típica que se produce en la mayor parte de la gente durante el descanso desaparece en los pacientes con autismo".
Las zonas cerebrales vinculadas al descanso o a los periodos de reposo son de especial importancia para el procesamiento de los estímulos sociales y emocionales. De ahí que "algunas de las alteraciones asociadas al autismo sean el resultado de un fallo en la red de conexiones encargadas del correcto funcionamiento de estas zonas".
Diversas regiones cerebrales, incluidas el córtex prefrontal, el núcleo rostral cingular anterior y posterior, y precúneo, parecen tener una mayor actividad metabólica en reposo. Esta actividad es suprimida durante la realización de tareas cognitivas. Con la resonancia magnética funcional, esta supresión de actividad se observa como una desactivación que a su vez parece indicar una interrupción de la actividad mental persistente durante el reposo.
Mediante la aplicación de esta estrategia, investigadores del Departamento de Neurociencias y Psicología de la Universidad de California en San Diego, Estados Unidos, coordinados por Daniel Kennedy, han demostrado que las personas con autismo no presentan esta desactivación. Además, se ha visto una gran correlación entre la medición clínica de la discapacidad social y la actividad funcional en el córtex prefrontal ventral medio.
psiquiatria.com
17/05/2006