Una de cada 100 personas tiene un trastorno del espectro del autismo (TEA) en España, según el director general de Políticas de Discapacidad, Jesús Celada. “Los logopedas tenemos un papel importante tanto en el diagnóstico como en la intervención. Somos los profesionales sanitarios capacitados por formación para desarrollar estas competencias”. Así lo defendió la presidenta del Colegio Profesional de Logopedas de la Comunidad de Madrid (Cplcm), Cristina Municio, durante la inauguración de la Jornada Logopedia y TEA, celebrada el pasado día 6.
Sin embargo, según Municio, en nuestro país faltan logopedas: “Su presencia es casi testimonial en lo público y en cada uno de nuestros ámbitos de actuación, sanitario, educativo y social: la ratio de logopedas es escasa en los centros de atención temprana, cuando sabemos que la mayor demanda es por problemas de lenguaje y comunicación; y en los centros educativos públicos, no se cuenta con los logopedas”.
Incremento de casos
En las últimas décadas se ha producido un incremento muy importante de la prevalencia de estos trastornos, llegando a considerarse una de las discapacidades del desarrollo más frecuentes en la infancia temprana. A pesar de ello, la Jornada puso de manifiesto que la intervención de estas personas aún carece de recursos eficaces para atender las demandas que requerirán en cada etapa vital.
Paula San José y Carmen García, logopedas en el centro de día y Colegio “Cepri” de Majadahonda (Madrid), donde se prestan apoyos individualizados a personas con TEA en la etapa escolar y adulta, subrayaron la importancia del uso de Sistemas Aumentativos y Alternativos de Comunicación (SAAC) y apoyos visuales en la intervención logopédica de las personas con TEA.
“El 90 % de nuestros alumnos presentan ausencia de lenguaje oral que no se compensan con el uso natural de otras habilidades comunicativas. Por tanto, la intervención logopédica se basa en la enseñanza-aprendizaje de SAAC (gestos, signos, PECS), que desarrollan sus habilidades de expresión, así como el uso de apoyos visuales (pictogramas, fotos, dibujos…) y gestuales que les facilita la comprensión del entorno y del lenguaje, favoreciendo en todo momento aprendizajes funcionales y significativos para su vida”, explicaron.
Reducción de servicios
Por su parte, la psicóloga y coordinadora de la Fundación Ángel Rivière, Arancha Arroyo, defendió que, aunque en los últimos años se han realizado importantes avances en aspectos como la detección precoz y la atención temprana del autismo, a medida que las personas con este diagnóstico crecen y alcanzan la mayoría de edad, van viendo reducidos los servicios sociales de apoyo y asistencia con los que contaban en la infancia.
En este sentido, Arroyo consideró esencial “contar con el compromiso serio y convencido de la Administración en sus distintos niveles”.
Magisnet
24/03/2019