La audiencia local estalló en júbilo hace unos días tras el final del partido de fútbol americano entre las escuelas preparatorias San Gorgonio y Western, jugado en la ciudad de San Bernardino.

La banda de música acompanó los vitoreos dirigidos hacia los Espartanos, de dicha localidad, quienes derrotaron de manera contundente al equipo rival (43-28), para avanzar así a hacia la siguiente ronda en su búsqueda por el campeonato estatal de la división 5-AA.

No obstante, mientras aficionados y jugadores festejaban al ritmo de la música; al menos una persona celebraba sin todo ese bullicio alrededor: Desi Gonzales, jugador clave del equipo y sordo de nacimiento.

Con la ayuda de la intérprete en el lenguaje de señas Yvette Romero, el joven atleta de 17 años de edad ayudó a su equipo a vencer al rival y a llegar a los juegos de post-temporada —una tarea nada fácil pero que con dedicación, esfuerzo y una excelente comunicación le fue posible lograr.

“[Estoy] contento, emocionado y listo”, dijo Desi a La Opinión, a através de su traductora, antes del pitazo inicial.

Romero acompaña al joven a cada entrenamiento y a todos los partidos por lo que es una pieza importante en el desempeño del menor, quien a los 10 años fue rechazado por un equipo local debido a su pérdida de audición.

Su madre, Heidi Gonzales, indicó que su hijo hizo caso omiso de esta experiencia y continuó su lucha por demostrar que era capaz de sobresalir, que su sordera congenital no sería un obstáculo ni un impedimento.

“Y aquí está, ayudando a su equipo a triunfar”, dice con emoción.

Este es el primer año en que Desi acude a la escuela San Gorgonio y desde la primera práctica, demostró que no sería un jugador sobresaliente.

Su entrenador Rich Mcclure, así como el director de atletismo Matt Maeda, dicen estar asombrados por la perseverancia demostrada por el joven.

“No se le ha regalado nada, él se ha ganado todo a pulso propio y ha trabajado más fuerte que cualquier otro jugador”, dijo Maeda.

Una decisión, un reto

Antes, cuenta la madre de Desi, su hijo estudiaba en la escuela para sordos de California, en la ciudad de Riverside, pero optó por asistir a una escuela “normal” para experimentar.

“Él solo no puede escuchar pero ha demostrado que es capaz de sobresalir”, añadió Gonzales.

En efecto, gracias a su dedicación y destreza en el campo, el joven —quien mide 6.0 pies de altura y pesa 185 libras— ejecuta en promedio seis taqleadas por juego, lo que ha llevado a su equipo a obtener un récord de 12 juegos ganados y solo tres derrotas.

Es además muy buen estudiante. Con la ayuda de traductores, el joven —aficionado a los videojuegos— ha logrado sobresalir en clases regulares.

Metas por cumplir

Desi tiene planeado graduarse en 2020; además contó que su ídolo es Sean Taylor, un exjugador profesional que se desempeñó como safety en el equipo Washington Redskins.

El joven dijo estar fascinado con el estilo que utilizó Taylor durante su carrera, lo que le concedió el apodo “Mitad hombre, mitad bestia”.

Taylor murió en 2007 a los 24 años, tras recibir un disparo de manos de unos delincuentes que asaltaron su hogar. El exjugador portaba el número 21 en la camiseta, el mismo que Desi lleva hoy orgulloso.

Desi sueña con convertirse en un jugador profesional de la NFL; pero antes desea jugar futbol americano en la Universidad de California Los Ángeles (UCLA). Por ahora, dice, está enfocado en ayudar a su equipo ganar el campeonato estatal.

El juego decisivo de la división 5-AA, será el próximo 15 de diciembre en el norte del California y será transmitido por la cadena NFHS a las 6:00 p.m.

La Opinión
3/01/2019