Carmen Alemany Panadero
En un artículo anterior titulado “La segregación educativa de los niños con NEE” me referí a los problemas que afrontan estos alumnos en su escolarización. La falta de recursos en las escuelas, la escasez de apoyos suficientes, las dificultades de un profesorado sin formación específica, algunas actitudes y creencias en los centros educativos y la falta de voluntad política, han supuesto la segregación de estos alumnos en Centros de Educación Especial. En el mencionado artículo me centré de una forma especial en los alumnos de las etapas Educación de Infantil y Primaria. Sin embargo, apenas hablamos de lo que sucede cuando estos alumnos crecen. ¿Cómo es la educación de los alumnos con NEE cuando dejan atrás la Educación Primaria?
Según datos del Ministerio de Educación para el curso 2015–2016, el 39,3% de los alumnos con NEE se hallan escolarizados en Educación Primaria y un 26,8% en Secundaria. Sin embargo, la tasa de alumnos con NEE cursando etapas posteriores es casi residual. Un 1,6% en Bachillerato, un 1,8% en FP Básica, un 1,9% en la FP de Grado Medio y un 0,3% en la FP de Grado Superior. También resulta desalentador que sólo un 0,1% esté cursando programas específicos de cualificación profesional. ¿Dónde están los jóvenes con discapacidad cuando finalizan (con o sin título) la ESO? ¿Por qué apenas hay alumnos con NEE en esos programas?¿Qué alternativas tiene este alumnado?
Vamos a analizar los diferentes itinerarios que pueden seguir los alumnos con NEE en Secundaria y etapas posteriores.
La alternativa de estudiar la ESO en un centro ordinario
Esta opción únicamente es posible si el dictamen de escolarización así lo establece, teniendo la Administración la última palabra aún sin la conformidad de los padres. Es decir, que no se trata de una opción de las familias, sino de una imposición del sistema educativo. En caso de cursar la ESO en modalidad ordinaria, el profesorado realizará adaptaciones curriculares individualizadas (ACI). Estas adaptaciones curriculares pueden ser no significativas (si sólo se adapta la metodología, estructura o presentación de los contenidos) o significativas (cuando se adapta el contenido). El principal problema es que los alumnos con ACI significativa no obtienen el Graduado en ESO. Numerosas organizaciones han denunciado este hecho, ya que la no titulación les impide acceder a otras enseñanzas, como la Formación Profesional de Grado Medio, Bachillerato u otros programas formativos. La adaptación curricular significativa es esencial para que estos alumnos puedan cursar la ESO pero al mismo tiempo les impide titular, y por tanto bloquea el acceso a casi todo lo demás. Este hecho resulta especialmente duro e injusto tratándose de una etapa obligatoria, tienen que cursarla y esforzarse pero no obtienen el título. No se reconoce la trayectoria educativa que ha realizado el alumno en la ESO, poniendo su esfuerzo y su trabajo al mismo nivel que el de los alumnos con absentismo escolar que no han pisado las aulas.
Precisamente una de las preguntas que la ONU dirigió a España en su revisión del cumplimiento la Convención sobre los Derechos de las personas con Discapacidad fue precisamente “¿Los diplomas o títulos de programas educativos especiales tienen el mismo reconocimiento que los obtenidos en centros ordinarios para poder acceder a la enseñanza superior?”. A fecha de hoy, esto no se cumple.
La alternativa de cursar una FP Básica
Los programas de FP Básica permiten optar a una cualificación profesional de nivel 1. Para acceder a estos programas se requiere tener cumplidos quince años y no superar los diecisiete, haber cursado el primer ciclo de la ESO (excepcionalmente puede bastar con 2ºESO), y ser propuesto por el equipo docente. En la FP Básica se pueden realizar adaptaciones metodológicas, pero sin minorar los contenidos obligatorios al tratarse de una cualificación profesional. Por tanto, las adaptaciones curriculares son limitadas. Para algunos alumnos puede ser suficiente y pueden obtener así un título habilitante para trabajar o acceder a la FP de Grado Medio. De hecho existen casos de éxito por esta vía. No obstante, muchos alumnos que precisan de adaptaciones significativas para la parte más teórica de los programas se quedarán en el camino. Estos alumnos no dispondrán de título de ESO ni de FP. Y algunos de estos alumnos sin titulación podrían estar capacitados para trabajar.
Programas de Formación Profesional Modalidad Especial
Algunas comunidades autónomas, como Castilla La Mancha, Murcia, Navarra o Madrid, han comenzado a diseñar programas de Formación Profesional específicos para alumnos con NEE. Estos programas aún están dando sus primeros pasos, y sólo en algunas autonomías, por lo que es pronto para valorar su eficacia, pero es una iniciativa esperanzadora. La duración de estos programas es de dos años, y el alumno deberá finalizar el programa antes de los 21 años. Este extremo ha causado problemas a algunos jóvenes, que necesitaban un margen más amplio para obtener el título. Es necesario avanzar en el desarrollo de estos programas, extenderlos a la totalidad de las comunidades autónomas y flexibilizar la edad de finalización de los cursos, ya que para muchos alumnos es la única alternativa para obtener un título oficial.
El itinerario de los Centros de Educación Especial
Están escolarizados en Centros de Educación Especial aquellos alumnos que tengan un dictamen de escolarización que así lo determine, por decisión de la Administración aun sin conformidad de la familia del alumno. Estos centros ofrecen un programa para alumnos de 6 a 16 años y programas de Transición a la Vida Adulta para jóvenes entre 18 y 21 años. En estos centros se suelen impartir programas de comunicación, psicomotricidad, autonomía personal, autocuidado y habilidades sociales. Están dirigidos a alumnos con importantes dificultades de autonomía personal, comunicación o cognitivas. Sin embargo, la falta de recursos en la escuela ordinaria, termina derivando a centros específicos a alumnos cuyas dificultades podrían solventarse con una adaptación curricular y los apoyos adecuados. Y esto tiene importantes consecuencias, ya que en los Centros de Educación Especial tampoco se obtiene título de ESO o de FP. Los jóvenes abandonan el centro a los 21 años sin titular. Esto les bloquea el acceso al empleo y a otros programas formativos que requieren un título previo para el acceso. La derivación a un Centro de Educación Especial condiciona de forma decisiva el futuro de los alumnos. Y el criterio fundamental para la decisión es, en muchos casos, la falta de recursos del centro ordinario (no el beneficio del alumno).
Otra de las preguntas planteadas por la ONU a España fue: “¿Los niños con discapacidad y sus familias pueden elegir libremente opciones de educación inclusivas que cuenten con ajustes razonables?” En España, a fecha de hoy, las familias de los niños con discapacidad NO pueden elegir libremente la modalidad de escolarización, y muchas familias denuncian que en su centro educativo no se realizan los ajustes necesarios.
Terminar los estudios sin obtener titulación
Además de la falta de libertad de elección, casi todos los itinerarios presentan un problema fundamental, y es el hecho de que el alumno con NEE finaliza los estudios sin derecho a obtener titulación. En la mayoría de los programas no se ha querido reconocer el derecho de estos alumnos a obtener una titulación para no generar la sensación de que “se regalan los títulos”. Sin embargo, no se está solicitando un regalo. En el caso de la ESO, es una etapa obligatoria y si el alumno la ha cursado con los requisitos exigidos por su adaptación curricular, valorados por el equipo de orientación en base a sus capacidades, debería tener derecho a titular. De lo contrario, no se está reconociendo el esfuerzo realizado por el alumno, poniendo su esfuerzo al mismo nivel que el de los alumnos que abandonan la escuela. No es regalar un título, es reconocer que el alumno ha cursado la etapa Educación Secundaria y la ha aprobado con los requisitos que se le han exigido en función de su capacidad. Si el sistema educativo no les reconoce la titulación, indirectamente está reconociendo que no se les está proporcionando una educación suficiente y adecuada como para ser reconocida como etapa cursada (y esto es grave, tratándose de una etapa obligatoria).
Es fundamental desarrollar las opciones que permiten a los alumnos con NEE optar a la obtención de títulos que reconozcan su trayectoria académica. En este sentido, es necesario reconocer la titulación en la ESO a quienes la hayan cursado, desarrollar la Formación Profesional Modalidad Especial, flexibilizar los límites de edad para la permanencia en dichos módulos, aumentar los recursos de los centros educativos para posibilitar las adaptaciones y apoyos necesarios, y no poner a estos alumnos barreras añadidas por parte del sistema educativo.
Muchas personas con discapacidad pueden trabajar, ya sea en la empresa ordinaria, o con diversas modalidades de empleo protegido, enclaves laborales o centros especiales de empleo. La titulación es importante y necesaria para cualquier persona. La educación de los niños y jóvenes con NEE no puede consistir simplemente en que acudan al instituto para justificar legalmente que se encuentran escolarizados en las etapas obligatorias. La educación de los alumnos con NEE no es un paripé para cumplir la ley. Estos niños y jóvenes reciben una enseñanza, en base a un currículo educativo, con una adaptación para que puedan acceder al conocimiento, y han de cumplir unas normas y requisitos. La titulación es el reconocimiento a su trabajo.
Termino con este fragmento extraído del blog “La sonrisa de Arturo”:
“Lo que duele es ver cómo en este proceso, las distintas administraciones, empezando por las distintas consejerías de educación (no se salva ni una y no es cuestión de color político…) en vez de asignar de forma eficiente los recursos en función de las necesidades de cada niño y respetando sus derechos, se dedican a colocarlos donde menos molesten y donde menos gasten.
Porque al cargo político de turno no le importa que un niño con TEA u otra diversidad funcional al que no se le den instrumentos para alcanzar unas habilidades sociales y unas buenas capacidades adaptativas será un gran dependiente el resto de su vida, y un gasto mayor para las administraciones públicas. O sí le importa, porque tengo el íntimo convencimiento que es de lo que se trata: de hacer negocio a costa de la vida de nuestros hijos. De aparcarlos hasta que cumplan los 16, después centro de día y residencia hasta que se mueran, a ser posible de iniciativa privado-concertada, a ver cuantos euros se quedan por el camino…”
https://alemanymc.wixsite.com/carmen-alemany
Medium Corporation (US)
22/10/2018