Cascos con sistemas de sensor, cámaras y sonares conectados a la lengua dotarán a los soldados de sentidos similares a serpientes y búhos
En sus investigaciones para crear al guerrero sobrehumano del futuro, algunos científicos militares no se concentran en órganos como el corazón o los músculos. Estudian la lengua.
Al encaminar las señales desde cámaras, sonares y otros artefactos montados en el casco al cerebro a través de la lengua, esperan dotar a estos soldados de élite de sentidos sobrehumanos similares a los de búhos, serpientes y peces.
Investigadores del Instituto de Cognición Humana y Maquinal de Florida sueñan con dotar a los soldados de visión nocturna circular total y a los buzos de la Armada de un sonar en la cabeza junto con la visión submarina normal.
El artefacto, conocido como "puerto cerebral", fue desarrollado hace más de 30 años por el doctor Paul Bach-y-Rita, un neurólogo de la Universidad de Wisconsin. Bach-y-Rita empezó a enviar imágenes desde una cámara a través de electrodos sujetos a la espalda y luego descubrió que la lengua era un transmisor superior.
Una cinta estrecha de plástico rojo conecta el Puerto Cerebral con la lengua, donde 144 microelectrodos transmiten información al cerebro por medio de fibras nerviosas. En lugar de brújulas y artefactos que les ocupan las manos, los buzos pueden procesar la información a través de la lengua, dijo el doctor Anil Raj, el jefe científico del proyecto.
En diversos ensayos, personas ciegas hallaron puertas, advirtieron la presencia de otras personas y atraparon balones. Una versión comercial del artefacto, próxima a aparecer en el mercado, devolverá el equilibrio a personas cuyo sistema vestibular del oído interno fue alterado por antibióticos.
Michael Zinszer, buzo veterano de la Armada y director de la Facultad de Investigación Criminal Subacuática en Florida, ensayó el uso de la lengua para transmitir lecturas de una brújula electrónica y un sensor de profundidades en una piscina de natación.
Dijo que la sensación en la lengua era como la de un caramelo dulce efervescente.
"Uno percibe el contorno de una imagen", dijo. "Estaba en la piscina y me orientaban hacia un objeto muy pequeño y pude hallarlo fácilmente".
Los investigadores criminales podrían usar el artefacto para identificar patrones de búsqueda, enviarse señales y "ver a través de nuestras lenguas, por extraño que parezca", dijo Zinszer.
Raj dijo que el objetivo de los militares es que los buzos mantengan las manos y los ojos libres. "Entonces podrán usar los ojos para lo que realmente quieren, que es hallar las minas y ver las formas que salen de las tinieblas", añadió.
La investigación en Florida, la primera que estudia el uso militar de la exacerbación de los sentidos, es financiada por el Pentágono. No se conoce el monto exacto.
Reforma.com
25/04/2006