Niños y personas mayores con transtornos cognitivos tienen una cita mensual en la localidad navarra de Alsasua, unos días en las instalaciones de la Clínica Josefina Arregi y otros, en las aulas de los colegios Corazonistas y Zelandi. Los juegos de ayer y hoy, tan diferentes, forman parte de sus charlas.
Se trata del proyecto "Hombres de ayer, hoy y mañana", desarrollado por la Fundación Felipe Lecea en el Centro de Día Psicogeriátrico Josefina Arregui de Alsasua, una iniciativa que ha recibido uno de los premios nacionales "Humanizando la Sanidad", de TEVA Foro Social.
Entre los proyectos premiados se encuentra el desarrollado desde hace tres años en este centro de Alsasua, que pretende crear un espacio de encuentro entre niños de 9 y 10 años y personas mayores con deterioro cognitivo.
Su principal objetivo es favorecer la integración social de pacientes con demencia y educar desde la infancia en la tolerancia, el respeto y conocimiento de estas enfermedades, en especial el Alzheimer.
Esta Clínica Psicogeriátrica es una entidad sin ánimo de lucro fundada en marzo de 1993 por el empresario de la zona Felipe Lecea, cuya esposa, Josefina Arregui, padecía Alzheimer, aunque no pudo llegar a disfrutar del centro y sus instalaciones.
En sus casi 25 años de vida, la Clínica ha atendido a más de 5.800 pacientes y se ha convertido en un centro de referencia de su especialidad tanto en Navarra como en el resto de España. Es ampliamente conocido su trabajo en la formación de médicos, auxiliares y enfermeras de todo el país.
En el proyecto desarrollado en este centro, que ya forma parte del currículo educativo de los centros de la zona, se imparte en primer lugar en la escuela una sesión interactiva, adaptada a los niños, por parte de uno de los médicos especialistas.
Después, son los niños los que visitan el Centro de Día Psicogeriátrico, donde participan con los pacientes en las sesiones de psicoestimulación. Posteriormente, son las personas mayores las que acuden a los colegios para participar con los niños en una jornada de juegos y educación, enlazando juegos tradicionales y de la actualidad.
"Los mayores les explican cómo jugaban antes, a las tabas, las chapas o las canicas", ha comentado a Efe Juan Manuel Vicente, gerente de la Clínica.
El objetivo de esta iniciativa, ha subrayado, es "promover el intercambio de experiencias, ampliar conocimientos, establecer pautas de comunicación" entre niños y mayores.
Lo que se busca en estos encuentros, ha apuntado, "es una creación de lazos afectivos entre los niños, los profesionales y los pacientes del centro de día", algo que se consigue con bastante facilidad: "hay conexión entre ellos, trabajan juntos, juegan juntos, dibujan".
La experiencia es beneficiosa para los niños. De hecho, ya se ha comprobado por ejemplo que ha mejorado la relación de los menores con familiares que padecen Alzheimer.
Para los mayores también es un aliciente. "Supone cambiar un poco el día a día, cambiar la dinámica que tienen de trabajo diario", ha afirmado Vicente.
Los encuentros también son muy beneficiosos para su estimulación cognitiva y afectiva en un entorno amigable, su integración social, su conocimiento de las realidades de los niños y la creación de nuevos roles para ellos.
Por ello, ha comentado Vicente, el lema escogido para el proyecto es "Hombres de ayer, hoy y mañana", que pretende que "se vea esa evolución, dónde estamos ahora y a dónde podemos llegar en el futuro".
ABC
23/10/2018