El Programa para la Evaluación Internacional de Alumnos (PISA por sus siglas en inglés) realiza un estudio comparativo de evaluación de los resultados de los sistemas educativos cada tres años, coordinado por la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos, evalúa las habilidades y conocimientos de los estudiantes de 15 años en Matemáticas, Lectura y Ciencias; los alumnos mexicanos no aprobaron ninguno de los exámenes señalados.
En el caso particular de lectura y comprensión de lectura, existen hallazgos de investigadores mexicanos que vale la pena difundir.
Los especialistas han publicado estudios que aseguran que, más allá de adquirir un desempeño musical aceptable, el gran hallazgo es que, impartida de manera adecuada la materia de música, desarrolla las habilidades lingüísticas, en particular la habilidad que conforma la conciencia fonológica, esto es, desarrollar los aspectos neurológicos para leer bien.
Puede incluso ayudar a niños que tienen problemas de aprendizaje para la lectura y apoyar en problemas de lenguaje, asimismo, diversos estudios revelan que para las palabras, como para los tonos musicales, se activa de manera similar alguna región compartida del cerebro.
La doctora en educación Iris Xóchitl Galicia Moyeda y Luis Zarzosa Escobedo nos explican en su estudio “La presencia de las actividades musicales en los programas educativos y su influencia en la conciencia fonológica”, la desigualdad reflejada por causas en los niveles educativos.
Existen y se producen desigualdades sociales entre escuelas privadas y públicas, la diferencia entre las escuelas en zonas urbanas y zonas rurales a partir de contar o no con la materia de música en sus currículas y no por el nivel económico de sus familias.
Estas diferencias podrían subsanarse si el gobierno estatal hiciera un esfuerzo serio por incluir esta materia como obligatoria en los niveles educativos señalados, como política pública para mejorar la calidad académica y atemperar las desigualdades sociales en las generaciones emergentes.
El estudio mencionado refleja los efectos de la música en niños de 4 a 6 años principalmente, pero la recomendación es para todos los ciclos y niveles escolares y va más allá de lograr el desarrollo estético musical de los educandos: se trata de lograr la conciencia fonológica.
La conciencia fonológica es la competencia que puede tener un niño o educando, al advertir que, tanto el lenguaje como la música, se componen de unidades sonoras que pueden permutarse y cambiarse entre sí para resultar nuevas palabras, expresiones o sonidos musicales, la conciencia fonológica será base para lectura y comprensión de lectura.
Un niño aprende a leer y a comprender la lectura con la conciencia fonológica como condición y recurso didáctico previo, al no estudiar música logramos los resultados que tenemos actualmente.
Algunas de las herramientas de las que echa mano la conciencia fonológica son; la rima, la diferenciación de silabas y fonemas, en donde los niños aíslan, sustituyen, combinan y suprimen diferentes unidades sonoras que pertenecen al lenguaje.
Así, pueden apoyar este propósito con actividades musicales con profesores especialistas, con el perfil adecuado para impartir esta materia; la Secretaría de Educación Pública del gobierno estatal debería diseñar una estrategia o construir una política pública cuyo propósito sea asegurar la inclusión de la música como materia obligatoria desde el nivel preescolar.
Determinar la frecuencia adecuada en las currículas y programas escolares, con la finalidad de impulsar el desarrollo artístico y las habilidades lingüísticas, formando la conciencia fonológica.
El Congreso entrante podría sugerir a través de su comisión de educación la inclusión de esta materia en las currículas escolares, sería muy deseable que, el gobierno federal, incluyera este tema en la reforma educativa.
El DIF estatal podría impulsar esta iniciativa en todas las guarderías del estado, los directores de cada escuela pueden tomar la iniciativa de implementar esta estrategia en sus propios planteles y los resultados se verán en poco tiempo.
Existe una escuela que actualmente aplica esta técnica musical a decir de algunos padres de familia: en el CENDI número dos de Apizaco, cuya directora lo aplica con éxito, contrataron para este centro a profesionales de la música, este ejemplo podría replicarse en otros centros educativos en el estado.
Sería muy importante que las nuevas autoridades de la Universidad Autónoma de Tlaxcala (UAT) crearan la carrera de música o de educación artística, asemejando al maestro Estanislao Mejía Castro, originario de Hueyotlipan Tlaxcala, que fundara la escuela de música en la Universidad Nacional Autónoma de México, en 1929, de la que fue su primer director hasta 1933, sería un homenaje al maestro Mejía Castro y una forma de dar la bienvenida al próximo asentamiento de la Secretaría de Cultura federal en nuestra entidad, crear esta carrera en la UAT como cimiento de una nueva política pública en materia educativa, a ello, le llamo trascendencia en las acciones de administración y de gobierno.
Sol de Tlaxcala
13/10/2018