El otorrinolaringólogo Francisco Redondo ha recomendado hoy prestar atención a la disfonías o pérdidas de voz cuando se producen durante más de dos semanas, porque se debe hacer un estudio para descartar la presencia de un cáncer de laringe.
En un comunicado hecho público por Hospital Parque, Francisco Redondo señala con un estudio de la pérdida de voz se puede en determinados casos detectar de manera precoz ese tipo de tumor y se garantiza una tasa de curación del 95 por ciento con cirugías sencillas o con tratamiento con radioterapia.
Francisco Redondo explica que la pérdida del timbre normal de la voz refleja una patología de las cuerdas vocales, orgánica o funcional, que se hace más evidente en determinados colectivos profesionales, como los docentes, que registran un 24% de bajas laborales por esa enfermedad.
Señala el otorrinolaringólogo que en los últimos años se está detectando un aumento de las disfonías infantiles como consecuencia del ruido al que se ven sometidos los niños, y añade que en esos casos es necesario descartar malformaciones congénitas, como las membranas laríngeas, angiomas o la papilomatosis laríngea.
La disfonía va acompañada de síntomas como ronquera, voz monótona o temblorosa, variaciones en la intensidad, frecuente pérdida de los agudos, episodios de afonía, variaciones en la intensidad o sensación de falta de aire al fonar, explica.
A lo anterior se suma tos, picazón, uso del carraspeo para aclarar la voz, sensación de cuerpos extraños al tragar y dolor leve o moderado de garganta al hablar .
Por lo general, señala Redondo, está asociada a numerosas enfermedades, como el resfriado común, el uso excesivo, indebido y duradero de la voz, el reflujo ácido, la laringitis alérgica o el tabaco, incluyéndose en este caso a los fumadores pasivos.
El tratamiento dependerá de la causa, aunque en la mayoría de los casos se incluye reposo vocal.
El otorrinolaringólogo de Hospital Parque insiste en la prevención para evitar la presencia de problemas de voz, incidiendo en evitar el consumo de tabaco y de bebidas con alcohol o cafeína, que contribuyen a la deshidratación de la laringe.
Asimismo, recomienda tomar más de dos litros de agua al día, humidificar el hogar, no tomar comidas picantes, evitar el aclaramiento excesivo de la garganta o la tos y no usar la voz demasiado tiempo o muy fuerte
La vanguardia
27/09/2018