El profesor y psicopedagogo Frederic Cerón ha desarrollado un proyecto de estimulación cognitiva para alumnos con dificultades de aprendizaje que consiste en ejercitar los sentidos de la orientación, lenguaje, visión, atención y memoria con un programa de realidad virtual, cinco minutos al día.
El proyecto, que ya ha sido probado con éxito en 300 alumnos de entre 8 y 12 años de dos escuelas de Barcelona y Lleida, podría salir al mercado el próximo invierno, aunque su promotor ha explicado que lo presentará al Departamento de Enseñanza de la Generalitat por si lo quiere implementar.
«Se trata de hacer este ejercicio con el programa de realidad virtual y un detector de movimientos cinco minutos al día, antes de ir a la escuela, como un calentamiento antes de un partido de fútbol», ha dicho a Efe Cerón.
El docente tuvo la idea de crear este programa, que se llama PotMath, hace seis años, cuando era maestro rural en el pueblo leridano de Peramola y tenía una alumna con dificultades de aprendizaje.
En las pruebas que ha hecho de su programa en menores con dislexia o trastornos por déficit de atenciónha comprobado que si se ejercitan cinco minutos por la mañana antes de acudir a las clases, en dos semanas mejoran un 40 %su capacidad, comprensión y velocidad lectora.
Según algunos estudios, un 12 % de los estudiantes tienen problemas de capacidad lectora y un 7 % sufren trastorno por déficit de atención con hiperactividad (TDAH).
Cerón ha explicado que el programa, que funciona como un juego y lleva un detector de movimiento del tamaño de un mechero, propone al niño una serie de acciones que primero provoca que mueva los ojos de una manera determinada porque «muchas veces, en los niños, la musculatura ocular no está suficientemente fortalecida y esto puede causar dificultades en la lectura».
El juego invita también a mover los brazos y coordinar estos movimientos con los de los ojos, mientras que el niño debe leer las palabras que salen en la pantalla y recitarlas en voz alta para centrar su atención.
«Hay que moverse y, mientras lo hace, se da cuenta que lo hace bien o mal, lo que no importa. Lo más importante es que lo haga, que active las regiones cerebrales que queremos que active», señala Cerón.
El programa también obliga al estudiante «a mirar a izquierda y derecha y así hace musculación ocular para que la visión empiece a trabajar. También hace levantar un brazo, los dos o mover una mano, para estimular la coordinación», ha detallado el docente, que es profesor en la escuela pública Ponent de Terrassa (Barcelona).
Según Cerón, «lo que hace el programa es activar la orientación, el lenguaje, la visión ocular, trabajar la memoria y activa el sistema de atención, como un calentamiento antes de un partido. Y el efecto dura varias horas».
El programa está pensado para menores que tienen problemas de aprendizaje, también a los que padecen discalculia (problema para hacer cálculos) o lateralidad cruzada.
Aunque la intención del maestro es que la Generalitat se implique e implante el programa, la Universitat Oberta de Catalunya (UOC) ya ha mostrado su interés y quiere comercializar el sistema a partir del próximo invierno.
«Aún no hemos conseguido que el programa detecte el movimiento de las piernas y los pies y aún no hemos podido implantarlo en tecnología móvil, pero pensamos seguir desarrollándolo», ha reconocido Cerón, que precisa que su programa es un complemento a la logopedia, al aula de educación especial o a la medicación que se haya prescrito al niño.
Cerón, que ha contado con la colaboración de expertos de la Universidad de Lleida (UdL), ha basado su idea en ejercicios de estimulación cognitiva que los neurólogos hace tiempo que recomiendan para mejorar la atención o la memoria.
Se trata, según Cerón, de ejercicios que activan el cerebelo, que a su vez activa varias zonas de la corteza cerebral, «pero queríamos que dejaran de ser ejercicios repetitivos y aburridos».
«Así creamos esta herramienta para combinar la estimulación del lenguaje, de la visión, de la memoria y de la atención, pero en movimiento. Y por eso vimos que la mejor manera es la realidad virtual», ha confesado.
Su idea es que PotMath no se quede sólo en las casas o en las escuelas sino que se pueda extender a otros colectivos, como a personas con trastornos mentales, con síndrome de Down o ancianos.
ABC
14/09/2018