Consciente de que los niños y adolescentes también se ven afectados cuando alguien en la familia sufre la enfermedad de Alzheimer, y que es importante saber explicarles qué es la enfermedad y qué es lo que le ocurre a su ser querido, normalmente su abuelo o abuela, la Fundación Pasqual Maragall recomiendan dar respuesta a sus preguntas y no dar por supuesto que no necesitan saber qué les sucede a sus abuelos o que es mejor mantenerlos completamente al margen
En general, tanto los niños como los adolescentes son muy observadores y se dan cuenta de lo que los rodea, pero también suelen ser muy flexibles y adaptables, comentan desde la Fundación Pasqual Maragall, que ofrece una serie de recomendaciones para hablar sobre Alzheimer con los más pequeños de la casa.
Una primera cuestión a tener en cuenta es que la edad de los niños es un factor clave a la hora de plantearse cómo abordar el tema con los más jóvenes de la familia. Partiendo de los 4 años, puesto que antes no parece viable abordar el tema, la Fundación Pasqual Maragall propone una división orientativa por edades con pautas para tratar el tema, aunque siempre dependerá del grado de maduración del niño.
De los 4 a los 7 años
Es importante que el niño entienda que el abuelo se comporta así porque está enfermo, aunque las enfermedades mentales son particularmente difíciles de entender. Para facilitarles la asimilación se puede recurrir a comparaciones metafóricas, como que el abuelo “tiene unas cositas dentro de la cabeza que no funcionan bien y que hacen que se despiste, que a veces se enfade, que no se acuerde de su nombre…” y reforzando siempre la idea de que les sigue queriendo mucho. Entre los más mayores de esta franja, se puede incorporar explicaciones muy sencillas sobre qué es el Alzheimer y la memoria, haciendo énfasis en cómo de necesaria es la memoria para todo lo que hacemos.
De los 8 a los 12 años
A partir de esta edad es cada vez más probable que el niño pregunte directamente qué le pasa al abuelo. Es importante darle una respuesta que incluya el concepto de enfermedad e incorporar una explicación de qué es el Alzheimer algo más detallada, que incluya el funcionamiento cerebral. “También se pueden explicar otros síntomas, siempre atribuyéndoles a la enfermedad del cerebro, y que ésta hace que deje de saber cosas que había aprendido hace mucho tiempo. Asimismo, se debería incorporar la idea de no curación, para no generar falsas expectativas”, explica la Dra. Nina Gramunt, neuropsicóloga de la Fundación Pasqual Maragall. Además, aunque son muy jóvenes para implicarlos en tareas directas de cuidado, se les puede hacer partícipes de la compañía con el abuelo o incluso que le ayude con algunos ejercicios cognitivos sencillos.
A partir de los 13 años
Cada vez son mayores los conocimientos que los jóvenes tienen sobre el funcionamiento del cerebro y la existencia de enfermedades neurodegenerativas. Por esto, se recomienda hablarles abiertamente de qué es el Alzheimer y lo que conlleva. Para promover la relación entre la persona con la enfermedad y el adolescente es vital involucrarlo en los cuidados, aunque de forma moderada. No se debe olvidar que el joven está viviendo una época de cambios hormonales y de formación de identidad, por lo que es crucial hacerle saber que puede contar con algún adulto de confianza para hablar de sus dudas, temores y emociones.
Geriatrica Comunicado
14/07/2018