Un estudio realizado por investigadoras de la Universidad Autónoma de Madrid (UAM) y de la Universidad de Portsmouth (Reino Unido) ha establecido una relación entre el modo en que los niños con autismo responden a los estímulos sensoriales y el nivel de estrés parental.
Los resultados, publicados en la revista internacional 'Journal of Intelectual Disability Research', analizan las respuestas que ofrecen a estímulos sensoriales los niños con Trastorno del Espectro del Autismo (TEA), y cómo éstas respuestas están relacionadas con problemas de conducta, funcionamiento adaptativo y estrés parental.
El estudio refleja que las personas con autismo muestran un funcionamiento sensorial "atípico", a lo que se suma que sus umbrales sensoriales pueden ser diferentes a los observados en la población con desarrollo normotípico, de forma que a veces no perciben sonidos u estímulos táctiles u olfativos intensos.
En concreto, el estudio investiga la relación de este funcionamiento sensorial atípico con una conducta adaptativa y problemas de conducta.
En este sentido, han afirmado que los problemas de conducta en los hijos se han relacionado "fuertemente" con el estrés parental, aunque no se ha estudiado apenas el efecto que pueda estar teniendo en el estrés de los padres el perfil de funcionamiento sensorial de los hijos.
Por otro lado, el estudio ha permitido establecer que existe un determinado subtipo de funcionamiento sensorial que está prediciendo la presencia de estrés en las madres en mayor medida que los problemas de conducta, han añadido.
Para los investigadores, estos hallazgos pueden permitir conocer qué familias son las que presentan mayor vulnerabilidad emocional.
La Vanguardia
9/07/2018