Detectar a los niños con problemas de desarrollo en el nacimiento y en los primeros meses de vida es fundamental para poder superar las dificultades con actuaciones concretas. Ese es el principal objetivo de los equipos de Atención Temprana de los que dispone la sanidad pública cántabra y que desde Santander, Torrelavega y Laredo cubren toda la región. La intervención de los neonatólogos y pediatras hospitalarios para los graves problemas de nacimiento y la de los pediatras de los centros de salud es básica. Así, el 54% de los problemas se detectan en Atención Primaria y se ha logrado que en la mayor parte de los casos se pueda hacer antes de los dos años de edad.

La Atención Temprana es el conjunto de actuaciones dirigidas a la población infantil de 0 a 3 años con la finalidad de prevenir y detectar de forma precoz la aparición de cualquier alteración en el desarrollo, realizando en aquellos casos que lo precisen una intervención integral.

En Santander, en el Centro Multidisciplinar de Cañadío, se ubica el Centro Coordinador de Atención Temprana al que tienen que acudir todos los niños con problemas. Una parte son derivados desde los propios hospitales ya que en el nacimiento se han detectado problemas graves como la hipoacusia o los casos de los prematuros. La mayor parte, sin embargo, son derivados desde sus pediatras tras haber detectado ellos o los padres las dificultades de los pequeños. Un porcentaje menor es el que se envía desde los centros educativos y desde los servicios sociales.

Tras la evaluación de los problemas y necesidades se ponen en marcha los recursos necesarios para que los niños puedan comenzar su tratamiento. Generalmente, acuden dos o tres días por semana a los equipos de Atención Temprana existentes. Se trata de grupos interdisciplinares compuestos por psicólogos, pedagogos, trabajadores sociales y técnicos en Atención Temprana, que son especialistas en desarrollo infantil, logopedas, psicomotricistas y fisioterapeutas.

Los objetivos de la Atención Temprana son al prevención para evitar o paliar déficits posteriores; la estimulación y potenciación de su desarrollo; la atención a la familia, con información, orientación y apoyo. Todo ello con vistas a preparar la escolaridad, ya que se trata de lograr que en los casos posibles los niños se integren en los centros educativos normalizados.

Integración

El servicio se presta con un enfoque de integración y participación sociofamiliar y desde la perspectiva de gratuidad, universalidad e igualdad de oportunidades. La Atención Temprana no alcanzaba antes a toda la región y se realizaba el servicio a través de convenios de colaboración con asociaciones de padres y afectados. Desde junio de 2005 funciona ya el nuevo sistema de recursos públicos para cubrir las necesidades de todos los niños cántabros.

Más detección

Conseguir el mayor grado de detección de los problemas es lo fundamental para los equipos de Atención Temprana y se ha logrado pasar de un 0,5% en 2003 a un 2% en la actualidad, lo que se considera un avance importante. De hecho, el número de casos atendidos en 2005 fue de 174, un 37,8% más que el año anterior. En el primer trimestre de este año ya son 60 los tratados.

Lo importante es que además de lo que ha avanzado la detección en el nacimiento -por ejemplo, el screning neonatal permite conocer los casos de hipoacusia y comenzar a actuar, con implantes, etc- se ha logrado que antes de los 2 años de de edad se puedan ver una serie de déficits del desarrollo frente a los cuales hay soluciones que parten de la intervención directa con el niño su familia.

Destaca que de los 174 casos abordados en 2005, 26 se detectaron antes de los 6 meses; 32, entre los 7 y 12 meses; 49, entre los 13 y 14 meses; otros 49, entre los 25 y 36 meses y 8 por encima de los 36 meses. Los esfuerzos de Atención Temprana se centran en lograr avanzar en esta detección para evitar que se produzca cuando ya los niños empiezan a ir al colegio, y la intervención pueda ser más estéril.

Diario Montañes
4/04/2006