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La UOC organiza la primera jornada sobre logopedia, en que se explicará cómo hacer frente a este trastorno
Un 84% de los autistas con Asperger sufren hiperlexia, según un estudio de la Universidad de Montreal realizado entre un millar de alumnos. «Es un tipo de antidislèxia, la persona lee mejor de lo que comprende, justo lo contrario que los disléxicos», explica David Saldaña, profesor de la Universidad de Sevilla, que el sábado 21 de abril participará en la primera jornada sobre logopedia organizada por la Universitat Oberta de Catalunya, en el Palau Macaya de Barcelona.
A la hora de leer un texto se pasa por dos niveles: el de descodificación de las grafías a sonidos y el de la comprensión del lenguaje. «Los disléxicos tienen problemas en el primero y en cambio los autistas, en el segundo», puntualiza el director del máster de Dificultades del Aprendizaje de la UOC, Llorenç Andreu Barrachina.
Para vencer este trastorno y que el niño pueda alcanzar una plena autonomía a la hora de leer, los expertos recomiendan intervenir primero en el «lenguaje oral». «Suele ser lo que realmente provoca este problema de comprensión, por eso es importante mirar si el menor tiene limitaciones con la sintaxis, con el vocabulario…», dice Saldaña.
Una vez se ha actuado en este ámbito hay dos fases más que facilitan la comprensión del texto en niños que sufren autismo. Por un lado, explicitar todo lo que sucede en la lectura. «No hay que dar por supuesto que lo comprenden todo. Por ejemplo, si un libro dice que el protagonista no cogió el paraguas y cuando llegó al trabajo se había mojado, la gente se hace su representación mental y entiende que llueve. En el caso de los autistas no es así y hay que explicitarles que llueve».
La otra fase de actuación es explicarles la utilidad de la lectura. «Hay que dejarles claro para qué les servirá, si será por ejemplo para comprender las instrucciones de algo, para llegar a algún lugar…», concreta Saldaña.
El profesor de la Universidad de Sevilla insiste en que el autismo es una «discapacidad social», una «dificultad» de comprender a los demás de manera intuitiva. «Todos tenemos un tipo de instinto para saber relacionarnos socialmente, pero los autistas no; por lo tanto, cuanto más les explicites y les concretes las cosas, mejor», explica.
Además de Saldaña, en la I Jornada Trastornos de la Comunicación y de la Deglución, impulsada por el nuevo grado interuniversitario de Logopedia (UVic-UCC, UOC) dirigido por Alfonso Igualada, también intervendrá la profesora de Columbia University Catherine Crowley, que explicará cómo llevar a cabo una buena evaluación del lenguaje a nivel cultural y lingüístico, más allá de los actuales criterios estandarizados que existen de preescolar hasta la edad escolar, y el doctor de la Universidad Autónoma de BarcelonaPere Clavé, que profundizará en el diagnóstico y tratamiento actual de la disfagia orofaríngea, un trastorno que dificulta la ingesta de alimentos, en gente mayor y pacientes neurológicos.
Dos de cada treinta niños tienen trastornos graves del lenguaje
Además de los niños con autismo, Igualada deja claro que las dificultades de expresión también las sufren menores sin esta patología. Un estudio reciente –detalla‒ concluye que en cada aula de treinta niños de cuatro a cinco años hay dos que tienen trastornos graves del lenguaje de causa desconocida. «Los denominamos trastornos de desarrollo del lenguaje (TDL). Y esto tiene una incidencia clara en el desarrollo académico posterior y comporta dificultades emocionales, sociales y conductuales», alerta.
Noticanarias
18/04/2018