Uno de los principales retos de los sistemas de salud será la atención a pacientes de la tercera edad. Se sabe que los avances médicos y las campañas informativas sobre prevención, entre otros factores, facilitaron el incremento notable en la expectativa de vida en la últimas décadas, y por lo tanto, exista un repunte de los problemas neurológicos en los adultos mayores.
Por su frecuencia destaca el Alzheimer, una enfermedad mental progresiva caracterizada por el déficit de memoria. Por lo general, el paciente empeora de forma progresiva presentando problemas de percepción, de lenguaje y emocionales. A nivel neuronal, se asocia con el desarrollo de placas que van recubriendo el cerebro. Se conoce que el 50% de los mayores de 65 años con demencia sufren de Alzheimer. En este caso, la carga emocional que conlleva puede llegar a desquilibrar la armonía del paciente con sus seres queridos, ya que en estados avanzados es incapaz de reconocer a su pareja, hijos o incluso su propio reflejo en el espejo; también pueden presentar alucinaciones y conductas excéntricas. Aunque no existe todavía una curación total, se ha demostrado que la memantina de Merz es capaz de controlar la progresión acelerada de la enfermedad, ofreciendo una mejor vida para el paciente y su familia.
Otro mal neurológico que ha retomado importancia en los sistemas de salud es la enfermedad de Parkinson, la cual se manifiesta con rigidez muscular, dificultad al caminar, temblores, trastornos en la coordinación de movimientos e inexpresividad en los músculos faciales. Esta afecta a 2 de cada 1000 personas, y se desarrolla más a partir de los 50 años, tanto en hombres como mujeres. Su presencia se relaciona con la disminución de la dopamina cerebral, una sustancia responsable de trasmitir impulsos de unas células nerviosas a otras. El tratamiento médico de la enfermedad de Parkinson debe ser integral, considerando terapia física y farmacológica. Para los síntomas existe la amantadina, un fármaco que equilibra la producción de las sustancias neurotransmisoras y controla los movimientos involuntarios.
psiquiatria.com
21/03/2006