¿A qué edad se suele diagnosticar la dislexia?

-La dislexia se diagnostica cuando un niño tiene al menos dos años de retraso en la lectura respecto a su edad y esto se puede apreciar dos años después de que el niño empiece a leer de manera formal. Se suele detectar en el tercer curso de Primaria o en la mitad del segundo curso, a los ocho o nueve años. Hasta entonces no sabemos si es un retraso en la lectura leve que se va a ir con el tiempo o si es un trastorno que va a seguir. El problema es que, cuando se diagnostica, el niño ya tiene mucho retraso y va a ser mucho más difícil salir de ahí. Lo que hay que hacer es detectar dificultades de la lectura desde que los niños empiezan a leer, detectar los niños que van más lentos, y aunque no haya un diagnóstico, empezar a trabajar con ellos.

¿Y cómo hacerlo?

-Depende del tipo de dislexia que tenga. Uno es fonológico, que el niño no identifique bien los sonidos del lenguaje. La fonología se puede trabajar con juegos de palabras y también con aspectos rítmicos como canciones, poesías, nanas con los más pequeños. Habría otro tipo de dislexia, más de atención visual. Son niños que no tienen suficiente atención visual para distribuir sobre la palabra entera. Por ejemplo, en lugar de procesar las cuatro letras de una palabra, podrían procesar a la vez solo dos. Tendrían que ir leyendo sílaba por sílaba. Este tipo de dislexia se reeducaría con juegos visuales.

¿De qué manera afecta la dislexia a un adulto que no ha trabajado este trastorno en la infancia?

-Si el niño ve que no consigue nada en la escuela hay síntomas de depresión, ansiedad, agresividad que pueden desarrollarse. La etapa escolar de estas personas va a ser más difícil, emocionalmente mucho más estresante.

¿Se detectan hoy en día todos los casos de dislexia?

-Los profesores son ahora bastante conscientes de la dislexia, el problema es que no se va a detectar suficientemente temprano. La mayoría de las dudas de los profesores es qué hago ante un niño que presenta dificultades en la lectura en los primeros cursos de Primaria. Al final, para no dar un diagnóstico demasiado temprano se deja pasar demasiado tiempo. Y luego está el tema del idioma. El euskera y castellano son idiomas en los que la correspondencia grafema-fonema es muy regular, es decir, una a siempre va a corresponder al sonido a. Y esto hace que los síntomas de dislexia sean menos visibles al principio de la lectura. Se apreciarán problemas con la velocidad lectora, que son menos fáciles de ver que los errores.

¿Qué peso tiene la genética?

-Se han hecho estudios con gemelos que han concluido que si uno de ellos tiene dislexia, hay un 70% de posibilidades de que el otro también. Este tipo de estudios nos dicen que la parte genética es muy importante, pero no solo, porque hay otro 30% que no desarrolla dislexia. Hay una parte importante genética, pero también el entorno, y con esto me refiero a si el niño va a tener algunas intervenciones del lenguaje tempranas o no, si el niño va a estudiar música o no, por ejemplo. La música es muy buena para desarrollar la lectura. Por ejemplo, si el niño toca música, a lo mejor desarrolla estrategias más eficaces para compensar un posible riesgo de dislexia que tendría con su genética. Ayuda que el niño, antes de aprender a leer, trabaje la fonología, el vocabulario, la atención visual. Le coloca ante una mejor posición.

Noticias Guipuzcua
22/02/2018