Las personas que han sufrido un accidente cerebrovascular suelen recuperar la movilidad casi hasta la normalidad, leer y entender lo que los demás dicen. Sin embargo, algunos experimentan dificultad para hablar y, a menudo, luchan por encontrar las palabras que desean utilizar. La recomendación en estos casos es recibir terapia de lenguaje, según comentan el Dr. Robert D. Brown Jr., de Neurología, y la Dra. Heather Clark, de Patología del Lenguaje, ambos de Mayo Clinic.
“De manera general, la terapia del lenguaje puede ayudar a las personas cuyo accidente cerebrovascular les afectó el habla. Sin embargo, su eficacia depende mucho del área del cerebro perjudicada y de la gravedad del daño cerebral”, explicaron los expertos.
El tipo más común de accidente cerebrovascular es el isquémico, en el cual la provisión sanguínea a una parte del cerebro disminuye o se suspende. Como resultado, el tejido cerebral no recibe el oxígeno ni los nutrientes necesarios y, en cuestión de minutos, las células del cerebro empiezan a morir. Este tipo de accidente cerebrovascular puede conducir a varias discapacidades, incluidos los problemas con el habla, cuyo término médico es “afasia”.
“Existen muchos tipos de afasia; una es la de Broca o no fluida, que ocurre queda dañada la red del lenguaje en la zona frontal izquierda del cerebro”, explicaron. “Las personas con afasia de Broca generalmente entienden lo que los demás les dicen, pero tienen dificultad para formar oraciones completas y concatenar las palabras que desean usar”.
Este tipo de afasia representa un gran obstáculo y suele conducir a la frustración. Por ello, se recomienda trabajar con un patólogo o terapeuta del lenguaje y del habla. El objetivo de esta terapia es el restablecimiento de la mayor cantidad de expresión posible y del aprendizaje de compensaciones para las capacidades lingüísticas perdidas y de otros métodos de comunicación.
Después de la evaluación inicial, en la rehabilitación se puede trabajar individualmente o participar en grupos con otras personas que también tienen afasia. El entorno grupal es útil porque ofrece un ambiente de poco estrés donde los pacientes pueden practicar sus capacidades de comunicación, tales como empezar una plática, tomar turno para hablar y aclarar malentendidos.
Un patólogo del lenguaje y del habla también puede orientar al paciente respecto a otros recursos disponibles tales como programas de computadora y aplicaciones para el teléfono celular que le ayuden a volver a aprender las palabras y sonidos. Como parte de la rehabilitación se recomienda usar pistas y ayudas comunicativas como dibujos, tarjetas con frases comunes y una libreta pequeña con un bolígrafo, las cuales pueden servir para expresar mejor los pensamientos.
“Los familiares y las amistades del paciente pueden ayudarle a reconstruir sus capacidades comunicativas. Inclúyanle siempre en las conversaciones, denle suficiente tiempo para expresarse, no terminen las oraciones por ellos ni corrijan sus errores. Además, reduzcan al mínimo las distracciones al apagar el televisor u otros dispositivos electrónicos mientras le hablan y cuenten con tiempo para mantener una conversación relajada”.
Recuperar las capacidades lingüísticas puede ser un proceso lento, pero con paciencia y constancia la mayoría de las personas recupera el nivel de funcionalidad que tenía antes del accidente cerebrovascular. Es importante buscar tratamiento para la afasia porque, cuando se la deja sin tratar, los obstáculos en la comunicación pueden llevar a vergüenza, problemas con las relaciones interpersonales y, en algunos casos, depresión.
El Heraldo de Torreon
7/01/2018