El ejercicio suave regular disminuye el envejecimiento de las células del cerebro, según un estudio realizado por investigadores de la Universidad de Florida que se ha hecho público durante la reunión anual de la Sociedad de Neurociencias que se celebra estos días en Washington (Estados Unidos).
Los expertos explican que este es el primer estudio que muestra que el ejercicio a lo largo de la vida disminuye el envejecimiento celular en el cerebro, ya que muestra que los animales de experimentación moderadamente activas poseen un ADN más sano y neuronas cerebrales más fuertes que los menos activos.
Los resultados muestran que el ejercicio suave regular puede evitar el daño oxidativo. En las personas, esto puede traducirse en caminar a diario 30 minutos o correr un kilómetro y medio.
Los expertos creen que el daño oxidativo en el cerebro es consecuencia natural del envejecimiento y que contribuye a la pérdida de memoria. Además, el aumento del daño oxidativo ha sido implicado en la pérdida de neuronas cerebrales asociada con la enfermedad de Alzheimer y la enfermedad de Parkinson.
Según los científicos, el daño oxidativo puede producirse cuando las moléculas de oxígeno adquieren electrones y se convierten en radicales libres. Los radicales libres recuperan su equilibrio al desprenderse de los electrones a través del intercambio de éstos con otras moléculas cercanas. En la mayoría de los casos el cuerpo tiene mecanismos para controlar a estos radicales libres, pero algunas veces no pueden evitar que se produzcan daños en las células.
Los investigadores examinaron grupos de ratas que habían vivido hasta una edad tardía. Algunas eran más sedentarias, mientras que otras tuvieron acceso a una rueda de ejercicio. Al final del experimento, los científicos examinaron componentes químicos en 41 muestras de tejido tomadas de una parte del cerebro importante para el equilibrio y el movimiento.
Los investigadores descubrieron que las ratas más activas tenían menos subproductos de estrés oxidativo en su cerebro. Los lípidos y el ADN aguantaron mejor el paso del tiempo y con ello el envejecimiento.
Agencias
28/02/2006