¿Le gustaría que sus hijos aprendieran otro idioma aparte del materno y desarrollen sus habilidades bilingües desde que están en la cuna?
Las doctoras neurocientíficas Naja Ferjan Ramírez y Patricia K. Kuhl, de la Universidad de Washington, investigan desde hace años el procesamiento cerebral del lenguaje en los bebés y niños pequeños y han efectuado unos descubrimientos tan sorprendentes como útiles para desarrollar el bilingüismo desde edades muy tempranas.
Ferjan y Kuhl, que codirigen el Instituto de Ciencias del Aprendizaje y el Cerebro, I-LABS de la UW, investigan como funciona y se activa el cerebro durante el aprendizaje, y afirman que todos los bebés tienen el potencial de aprender dos idiomas al mismo tiempo.
El I-LABS es un centro interdisciplinario dedicado a descubrir los principios fundamentales del aprendizaje humano, con especial énfasis en el desarrollo del cerebro y en investigar cómo, cuándo y por qué ocurre el aprendizaje temprano, para mejorar las vidas de los niños y ayudarles a alcanzar su máximo potencial, según a UW.
Este centro impulsa desde 2014 el proyecto Ready Mind (Mente lista) que incluye distintas iniciativas encaminadas a mejorar la forma en que alentamos el desarrollo de los pequeños y los preparamos para la escuela, y guiar a los padres, cuidadores y educadores sobre cómo desarrollar unos enfoques e intervenciones de enseñanza más efectivos, añade.
A MAYOR INTERACCIÓN, MEJOR APRENDIZAJE
“Cuanto más frecuente, de calidad y en persona sea la interacción social y familiar de los niños pequeños con un segundo idioma, más rápido y mejor lo aprenderán”, aseguran a Efe las expertas del I-LABS, basándose en la evidencia científica que han obtenido en sus estudios con niños de entre siete y once meses de edad.
“Los niños pequeños aprenden mejor a través de interacciones sociales lúdicas con seres humanos en persona, y para criar a un niño con dos idiomas, es importante que tales interacciones ocurran con frecuencia, y en ambos idiomas”, explica a Efe la doctora Ferjan Ramírez, madre de dos niños pequeños que están aprendiendo tres idiomas: esloveno, español e inglés.
Para facilitar o mejorar las habilidades bilingües de los bebés y nos pequeños “también es importante que los pequeños oigan una buena cantidad de habla de alta calidad, en cada idioma”, añade.
“Los bebés aprenden mejor escuchando el ‘parentese’ o ‘lenguaje dirigido al niño’, que es el estilo exagerado, más lento y agudo de lenguaje que los padres usan para hablar con sus bebés”, señala Ferjan Ramírez.
“Además, es muy importante que los bebés no solo escuchen, sino que también interactúen y participen activamente en conversaciones de ida y vuelta en ambos idiomas”, señala.
En el I-LABS han descubierto que los bebés que escuchan la música rítmica con una métrica triple (con compases de 3/4) como los valses, mejoran el procesamiento cerebral de la música y del lenguaje, y que el bilingüismo aumenta en los recién nacidos la actividad de las regiones cerebrales relacionadas con habilidades mentales ejecutivas como la de resolver problemas.
Según este centro, los bebés que mantienen interacciones con otras personas tienen una mejor respuesta cerebral al sonido de un segundo idioma, ya que esta habilidad social temprana, llamada “cambio de mirada”, parece contribuir al aprendizaje bilingüe.
El I-LABS también ha descubierto que los sonidos del habla ajena que escuchan los bebés estimulan las áreas del cerebro que coordinan y planifican los movimientos para el habla, por lo que es recomendable hablarles e interactuar con ellos, incluso antes de que pronuncien sus primeras palabras.
DIÁLOGO MATERNO Y EL SEGUNDO IDIOMA
El último hallazgo del I-LABS es que los niños pequeños pueden comenzar a aprender un segundo idioma con mayor facilidad y rapidez si los educadores dedican una hora por día a exponerlos a un lenguaje distinto del que se habla en el hogar, expresándose en un estilo denominado ‘parentese’.
El ‘parentese’ o "diálogo materno", es el tipo de lenguaje que los padres utilizan habitualmente para dirigirse a sus bebés, que tiene una gramática más sencilla, un tono más alto y exagerado, y vocales con pronunciación alargada, según la UW.
Los investigadores del I-LABS efectuaron una investigación en cuatro centros públicos de educación infantil de Madrid (España) donde una serie de tutores aplicaron un método de la UW basado en el ‘parentese’ , junto con juegos, interacción social y lenguaje de calidad, comprobando que este enfoque puede ser útil para que los bebes aprendan un segundo idioma fuera de sus casas.
Este estudio de 18 meses de duración, abarcó un mayor rango de edad que los anteriores: involucró a 280 niños de entre 7 y 33.5 meses, que hablan español, a algunos de los cuales se le impartieron sesiones de 60 minutos diarios de inglés, utilizando el programa de la UW basado en el ‘parentese’, y a otros un programa de enseñanza bilingüe convencional.
Los pequeños que aprendieron con el método basado en el ‘parentese’ aumentaron significativamente la compresión y producción de palabras y frases en inglés, según la UW. Se ha demostrado que el bilingüismo mejora las habilidades cognitivas, especialmente la resolución de problemas, y que los niños criados en hogares donde se hablan dos idiomas realizan ese aprendizaje bilingüe casi sin esfuerzo, pero ¿cómo pueden los bebés de hogares monolingües desarrollar esas habilidades?, reflexionan desde la UW.
"Nuestra investigación demuestra que el ‘parentese’ ayuda a los bebés a aprender otro idioma, que los bebés de hogares monolingües pueden desarrollar habilidades bilingües a edad temprana y que, con el enfoque científico adecuado, es posible dar a los niños muy pequeños la oportunidad de empezar a aprender un segundo idioma, con sólo una hora de juego por día en un entorno de educación temprana”, según Ferjan Ramírez.
"La ciencia indica que los cerebros de los bebés son las mejores máquinas de aprendizaje jamás creadas, y que su cerebro nunca estará en mejores condiciones para el aprendizaje de una segunda lengua que entre los 0 y 3 años de edad ", según Patricia Kuhl.
El Universal
23/10/2017