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El Colegio de Logopedas del País Vasco pidió ayer que su perfil profesional sea incluido en el nuevo decreto de residencias elaborado por el Gobierno Vasco. La logopedia suele asociarse con los problemas o trastornos en la comunicación, pero también trata la disfagia orofaríngea -la dificultad para tragar alimentos-. Es muy habitual en la vejez y afecta al 55,3% de los mayores que viven en residencias. En los casos más graves, puede derivar en problemas como la malnutrición, infecciones respiratorias e incluso la muerte por atragantamiento. «El logopeda es el profesional formado específicamente para tratar esos problemas», declaró el presidente del colectivo, Antonio Clemente. Desde esta plataforma, mostraron su queja por el hecho de que han tenido constancia del decreto cuando ya se había cerrado el plazo de alegaciones.
También recordaron que el Gobierno Vasco «aún puede modificar el decreto» e incluir a los logopedas en los centros públicos y privados de Euskadi. Su perfil profesional es crucial a la hora de detectar un caso de disfagia. Evalúan los síntomas y proponen un tratamiento. «Mediante ejercicios y neuroestimulación la mayoría de los pacientes se recupera o mejora su situación», asegura la doctora Gemma Garmendia, del Hospital Quirón Salud de Donostia. El procedimiento habitual suele ser el contrario: se disminuye la cantidad de ingesta y se alimenta al paciente a base de purés. «De esta forma el anciano se le olvida hasta masticar».
La disfagia va minando la salud y aumenta la posibilidad de sufrir otras enfermedades. También crecen los gastos sociosanitarios: los ancianos pasan más tiempo en el hospital, tienen mayor dependencia social y una mayor mortalidad. Osakidetza ya cuenta con unidades de disfagia en los tres territorios; sin embargo, no hay un protocolo generalizado en residencias.
Diario Vasco
21/07/2017