¿Y por qué no hacemos una aplicación que haga música con los apuntes del colegio?, recuerda Pablo Castro que se preguntaron. Se acababa el plazo para presentar el proyecto para la clase de Economía y la profesora presionaba. «O sacáis algo o no aprobáis», decía. Felizmente, una de las integrantes del grupo, Júlia Álvarez, vive en Torrelles de Llobregat; felizmente, cada día su madre la lleva en coche al colegio; y felizmente, ese día en el coche tuvo una revelación: se dio cuenta de que se sabía de memoria la canción que había aprendido hacía dos días, pero que con los apuntes no podía. Trasladó la reflexión al grupo, el grupo le dio forma al proyecto y... albricias: se convirtieron en uno de los cinco equipos ganadores de los Premios Desafío Emprende de la Obra Social La Caixa.
-Esas buenas ideas que solo aparecen al final, ¿no?
-Uf, sí. Tuvimos un mes y medio para preparar el proyecto y la idea surgió cuando nos quedaba una semana. Pero era perfecto, porque además de tener una utilidad comercial satisfacía lo que nos había pedido la profesora: que fuera un proyecto educativo. Le gustan mucho los proyectos educativos.
-Bueno, llegó Júlia con su relato del coche. ¿Y a partir de ahí?
-Investigamos el funcionamiento de la memoria. Vimos que hay varios procesos, entre ellos la información secuencial y la información simultánea. Y aprendimos, por ejemplo, que los niños con déficit de atención, con TDH, procesan mal la información secuencial, pero en el procesamiento de la simultánea están por encima de la media.
-Explíqueme eso. Simultánea y secuencial.
-Por secuencial se entiende algo que escuchas y te aprendes, para resumir. El procesamiento simultáneo… Cómo se lo explico: integra varios estímulos en un todo. La información entra por varios canales.
-Entiendo. ¿Entonces es una idea beneficiosa para alumnos con TDH?
-Creemos que sí. De hecho, ColMusic está dirigido a estudiantes con TDH y dislexia, con dificultades para memorizar. Teóricamente es posible que haciendo de los apuntes una canción esos alumnos puedan procesar mejor la información. No lo había mencionado, pero Júlia tiene dislexia.
-Ah. Y... tecnológicamente, ¿es posible?
-Es posible, sí. Nuestra idea es que la aplicación coja apuntes y los convierta en la letra de una canción. Descubrimos que ya existe una que funciona así: grabas algo con tu voz y la aplicación lo convierte en la letra de una canción. Con una lista de canciones cerrada, eso sí. Y además reconoce voz, no texto, y lo que nosotros necesitamos sobre todo es que reconozca texto.
-Mejor dicho: la tecnología existe.
-Existe, sí. Al principio pensábamos que no era posible, pero la maestra nos pasó un vídeo donde la Colau sale cantando: habían hecho una canción con algo que había dicho. La tecnología existe… por partes.
-Venga, seamos justos y pongamos aquí los nombres de todo el grupo.
-Sí, somos Júlia Álvarez, Paula Barneo, Sara Ruíz, Joan Albuixech y yo. Y la profesora, Mercè Fitó.
-Son uno de los ganadores del concurso de La Caixa. Y se van a Sillicon Valley…
-Es una pasada. Vamos a hacer tantas cosas que ahora mismo no podría citar ni una. Me ha hecho pensar.
-¿En qué sentido? ¿Qué quiere decir?
-Yo desde pequeño estudio música. Desde muy pequeño, desde que tenía 3 años.
-Me lo dijeron. Y que tiene un grupo, y que este año acabaron segundos en el…
-European Music Festival for Young People, sí. Pero ahora se me ha abierto este camino de la tecnología… No sé. Voy a seguir con la música hasta que pueda seguir con la música. Y luego ya veremos.
El periodico
14/07/2017