Ser diferente en un contexto social siempre tiene su costo. Más aún cuando esa manera de ser va más allá de una actitud a voluntad. Este es el caso de los niños y jóvenes con Síndrome de Asperger y que por su manera de ser son víctimas de bullying.

La siquiatra infantojuvenil Alexia Ratazzi refiere que son frecuentes los casos de bullying en los adolescentes. "El hostigamiento ocurre con cualquier diferencia que los demás perciben. Se suma la complejidad de una persona con síndrome de Asperger y que muchas veces no se puede defender de la misma manera que otra persona. Los que tienen este trastorno no van a responder ubicando al agresor en su lugar", relata la profesional, quien fue una de las disertantes del Congreso de Asperger, realizado en Asunción este mes.

Consecuencia. Ratazzi menciona además que los jóvenes y niños que padecen del síndrome y de bullying sufren de estrés, ansiedad e incluso se da la deserción escolar. "Nadie a quien molestan quiere ir más al colegio en ese tipo de situaciones", enfatiza la siquiatra.

Para hacer frente a esta situación, lo correcto sería hacerle frente al acoso en general y no enfocarse en un caso particular, recomienda.

"El bullying es el problema social interno de una organización. Hay que trabajar con los docentes y padres. Es un trabajo multinivel frente al hostigamiento y una intervención que se hace dentro del colegio entero para que no afecte a otras personas. Con el chico lo que se puede trabajar es que no esté tan ansioso, que no tenga autoestima baja, tratar de reforzarla".

Socialización. La siquiatra señala que en los últimos cinco años en el continente hay una mayor difusión de lo que representa el síndrome de Asperger. A raíz de esto para los padres resulta más fácil hablar del asunto, a diferencia de décadas atrás cuando representaba un tabú ponerse a charlar de este tema.

Ratazzi también aborda un aspecto importante en los casos de asperger: La socialización de la situación en el entorno que frecuentará el niño o joven y que debe estar a cargo de los padres.

"Hay chicos a quienes no les gusta que se les abrace o toque. Si los padres pueden informar de esta situación en la escuela o en el colegio, es una manera de ayudar a su hijo. Todo lo que sea información del perfil único que ellos tienen y compartirlo, representa un rol muy importante de los padres".

ULTIMAHORA.COM
8/03/2017