La inteligencia de los niños a quienes se diagnostica trastorno por déficit de atención con o sin hiperactividad (TDAH) no se ve alterada por éste. Por el contrario, un niño con el trastorno presenta la misma diversidad en su cociente intelectual y emocional que cualquier otro pequeño. Los neuropsicólogos son capaces de discriminar estos matices y de tratar con psicoterapia complementaria a la medicación a los niños con TDAH que lo precisan. Paloma Méndez de Miguel, neuropsicóloga clínica del Hospital Quirónsalud San José, desvela a Redacción Médica su estrategia terapéutica para este trastorno.
El rendimiento académico, ¿es la principal variable a la que se atienen los profesionales para delatar el TDAH?
No necesariamente. Muchos niños tienen problemas de aprendizaje sin presentar TDAH y muchos niños con TDAH tienen un rendimiento aceptable durante los primeros cursos porque su inteligencia compensa el déficit atencional.
Hay múltiples signos que pueden hacer sospechar TDAH. Entre los más frecuentes se encuentran la incapacidad del niño para mantener la atención en una tarea; una marcada inhabilidad para controlar y gestionar sus impulsos; problemas de conducta, dificultades para permanecer quieto durante cierto tiempo, etc.
Aunque no tienen que presentarse todos los síntomas de forma conjunta, en muchas ocasiones son éstos los que alertan de que se pueda presentar TDAH.
¿Suelen tener un cociente intelectual más elevado que el promedio y, por eso, el trastorno pasa desapercibido?
El cociente intelectual es totalmente independiente del TDAH. Un niño con TDAH puede tener dificultades cognitivas, una inteligencia normal o ser sobredotado, es decir, exactamente igual que un niño sin TDAH.
Lo que es cierto es que, si es sobredotado, será más complicado detectar el TDAH porque las habilidades cognitivas compensarán las dificultades atribuibles al TDAH durante más tiempo.
Por otro lado, también sucede que algunos niños sobredotados se aburren en el aula y acaban teniendo conductas similares a un niño con TDAH, pero en principio inteligencia y TDAH son entidades independientes.
Una vez diagnosticado y tratado, ¿por qué es necesario asesorar al niño para que no descuide sus obligaciones académicas más allá de lo que debe hacerse con cualquier otro alumno?
Quizás esto haga referencia al tratamiento médico. Con independencia de que al menor se le medique, el mejor tratamiento es el combinado (médico más psicológico).
En este caso, el asesoramiento va dirigido a distintos ámbitos: por un lado, enseñar estrategias más eficaces de estudio, estimular las capacidades que puedan estar comprometidas (atención y función ejecutiva principalmente) y dotar de estrategias eficaces de autocontrol.
¿Qué pautas aconseja para la higiene del estudio de estos niños?
En general, requieren mayor apoyo y tienden a ser más dependientes. Su memoria operativa, la que nos autorregula y nos ayuda a gestionar el tiempo y la secuencia a la hora de hacer la tarea, suele estar afectada.
Por esta razón, una de las cosas más importantes al principio consiste en enseñarles, poco a poco, a que adquieran autonomía en el estudio.
Hay algunos consejos generales que ayudan a este proceso, entre otros los que enumero a continuación: proporcionarles la tarea escolar dividida en pequeños pasos, lo que hace que la persistencia requerida para resolver la tarea y el tiempo sean menores; dar instrucciones claras, cortas y sencillamente formuladas para realizar sus tareas –si es necesario, hacerlo por pasos, pero deben finalizar cada uno ellos solos–; favorecer el uso y aplicación de autoinstrucciones para fomentar el lenguaje interno como factor importante para dirigir conductas; y, por último, que en cada tarea que hagan, digan lo que piensen en voz alta, lo que tiene que hacer…para favorecer el lenguaje interno como mediador de la conducta.
Redacción Médica
22/02/2017