La alegría, la tristeza y el enfado son estados anímicos que se experimentan y aprenden nada más nacer. Pero no todas las personas desarrollan la capacidad de intercomunicación, como es el caso de quienes sufren autismo. Desde la Fundación Orange y el Parque Científico Tecnológico de Gijón (CTIC) se ha creado una aplicación digital que ayuda a este colectivo a reconocer expresiones faciales y favorecer la compresión de las emociones: EmoPLAY, un nombre que engloba los diferentes estados de ánimo y el juego.

Cejas levantadas, mejillas hacia arriba y una sonrisa, es todo lo que necesita esta herramienta para intuir que la persona que se encuentra al otro lado de la webcam está alegre. «En la pantalla del ordenador o móvil los usuarios se ven a sí mismos como cuando haces una videoconferencia. Además, hay un recuadro donde ellos encajan la cara como un fotomatón y es ahí, donde se tiene que recrear la emoción», explicó ayer durante la presentación Jimena Pascual, de la empresa Bienestar y Envejecimiento Activo. Si se ha hecho correctamente, la propia aplicación captará el momento a través de una fotografía. Este refuerzo positivo viene de la mano, además, de una sintonía divertida y un alentador 'bien hecho'. Pero la alegría no es la única emoción que se aprende, también la tristeza o el enfado son reconocidas a través de EmoPLAY.

«La idea surgió en el Parque Tecnológico porque tenemos un departamento de visión por computador donde se lleva a cabo un estudio del reconocimiento facial y lo pusimos en valor con el grupo de investigación de discapacidad de la Facultad de Psicología de la Universidad de Oviedo», abundó Pascual. Un trabajo desarrollado en doce meses y que aún no ha culminado pues se espera que esta aplicación crezca todavía más. Miedo, sorpresa, angustia... Son algunos de los estados anímicos que se pretenden incorporar al programa, ya que son las emociones «más fáciles» de interpretar.

La investigación ya ha sido validada con 75 niños, con unas valoraciones superiores a ocho sobre diez por parte de los terapeutas. «Se han obtenido resultados ampliamente satisfactorios, resaltando su facilidad de uso y su interés por seguir utilizándola en el futuro», recalcó. Lejos queda ya el miedo de los niños al reconocimiento facial utilizado en la terapia del espejo pues esta herramienta ha logrado una mayor aprobación al utilizar la webcam como instrumento.

Universidad de Nueva York

«Hemos comprobado que gracias a este sistema los niños empiezan a interpretar mejor las sonrisas de las otras personas. Sin duda, les gusta la aplicación y la quieren utilizar», manifestó. Otro punto a favor, explica Pascual, es que el diseño de EmoPLAY es muy «sencillo» con el fin de no generar frustración en los pequeños. «No queremos que los menores rechacen en un momento del proceso la aplicación. Nuestro éxito es lograr la mayor fiabilidad del reconocimiento facial y para eso tuvimos que acudir a un banco de imágenes de niños que nos proporcionó la Universidad de Nueva York».

Aunque de momento está diseñada para las personas que padecen autismo no se descarta la posibilidad de trabajar con otro tipo de problemática como es el síndrome de down. «Sirve para aquellos trastornos que tengan problemas en la comunicación interpersonal», expresó. Así pues, EmoPLAY ha tenido tanta aceptación que el 'boca a boca' le ha llevado a otras partes del mundo, como a una universidad argentina que ha solicitado el uso de esta aplicación.

Las nuevas tecnologías abren una ventana de esperanza al autismo. Los que deseen probar el juego de las emociones, ya lo tienen a su alcance en la página web de Orange, y próximamente en los dispositivos Android e iOS.

El comercio
27/01/2017