Las emociones influyen en nuestras percepciones y procesos cognitivos, al mismo tiempo que condicionan la forma en que cada persona establece sus relaciones con los demás y consigo mismo. Las emociones juegan un papel muy importante en nuestros estudios, nuestro aprendizaje y en todas las etapas de nuestra vida. El objetivo de la educación emocional es el desarrollo de competencias emocionales: conciencia y regulación emocional, autogestión, inteligencia interpersonal, y habilidades sociales. La emoción es el ingrediente secreto del aprendizaje tanto a nivel familiar como escolar.
Educar las emociones es la clave para favorecer el aprendizaje, por lo que, se puede afirmar rotundamente, un niño que conoce y sabe gestionar sus emociones será más feliz y tendrá mejores resultados académicos.
Sin emociones no puede haber atención, ni memoria ni aprendizaje. Se ha demostrado que las emociones representan, junto a los procesos cognitivos, un factor determinante en la adquisición del conocimiento. Las emociones son importantes para el proceso de enseñanza-aprendizaje puesto que es necesario mantener una conducta motivada para garantizar aprendizajes de calidad. Las emociones se pueden educar, desde la escuela y en familia, para ello debemos potenciar el desarrollo de destrezas en el ámbito social y emocional ya que optimizan las habilidades cognitivas e intelectuales. Pueden adquirir aprendizajes de calidad tanto a nivel académico como laboral y personal.
PAUTAS
Si se trabaja adecuadamente con las emociones, en familia y en el colegio, se estimula el aprendizaje. Este aprendizaje es continuo y permanente. A continuación establecemos 4 estrategias sencillasque favorecen el aprendizaje de las emociones para saber comunicarse y reconocer emociones propias y ajenas. Para ello es fundamental: 1. Fortalecer la comunicación, 2. Reconocer y afrontar las emociones, 3. Potenciar la escucha activa y 4. Estimular el desarrollo de la empatía.
Para que un aprendizaje se consolide en nuestra memoria necesita estar asociado a una emoción. No desaparecen de nuestra memoria esos docentes, familiares o amigos que ponen entusiasmo en enseñarnos, confían en nuestras posibilidades, creen en nosotros y nos enseñan a enfrentarnos a los problemas y superar obstáculos, ya que, la emoción es la principal responsable de lo que recordamos. Cuando aprendemos en ambientes motivadores, los conocimientos perduran mucho más tiempo en nuestra memoria. No hay aprendizaje sin emoción y las competencias emocionales pueden ser aprendida, para ello es importante destacar los mensajes no verbales (gestos, cumplidos, miradas, guiños) porque generan una respuesta emocional. Las familias y los docente tiene un rol fundamental para lograr reacciones favorables y es necesario establecer una buena y constructiva relación entre padres/madres y educadores para favorecer el desarrollo emocional. Es fundamental crear ambientes educativos emocionalmente positivos y de colaboración, donde todos sumamos.
La dimensión emocional de las personas es un aspecto muy importante porque hace quemejoren sus habilidades para relacionarse, resolver conflictos y enfrentarse a emociones intensas, al mismo tiempo, consigue que disminuyan los niveles de violencia, que aumente la motivación y el rendimiento académico, también fortalece la confianza, impulsa el aprendizaje colaborativo y desarrolla la responsabilidad social.
El hogar y la escuela van a ser esos primeros escenarios donde se va a desarrollar su vida, si les ofrecemos comodidad para que se puedan expresar y comunicar, también lo harán en el resto de contextos.
HERRAMIENTAS
Podemos establecer un conjunto de reflexiones y dinámicas para potenciar un correcto desarrollo emocional. Para ello es necesario: hacerlos sentir participes y mostrar interés, darles responsabilidades, premiar sus iniciativas, resaltar aspectos positivos por encima de los negativos, crear un ambiente emotivo, afectivo, motivador y creativo, permitir que expresen sus sentimientos y emociones, potenciar que se sientan seguros ante nuevas emociones, dejar que se enfrenten a sus propios desafíos, facilitar la confianza apropiada para que pongan en voz alta aquello que les preocupa (sentir contrariedad e indignación es el primer paso para poder afrontar un problema), fomentar la imaginación y creatividad, intercambiar opiniones y consejos, recurrir a la mediación para la resolución de conflictos, utilizar técnicas de role- playing, fomentar el aprendizaje cooperativo, enseñar que no siempre se puede tener lo que queremos en el momento que consideramos, aprender a reflexionar y actuar de manera pacífica, afrontar emociones negativas, proponer juegos de comunicación y expresión emocional, fomentar la capacidad de motivarse a uno mismo y a los demás, ayudar a ponerse en el lugar de otra persona, comprender diferentes puntos de vista, dialogar para comprender la realidad, enseñarles a tolerar la frustración (enfadarse es un derecho y una necesidad emocional),desarrollar el juicio crítico y enseñar recursos para controlar la ira.
Con estas herramientas para llevar a cabo en familia o en el colegio, se descubre la diversidad emocional para fomentar su percepción y comprensión de los sentimientos propios y ajenos. Aprender debe ser emocionante. Debemos recordar que sin emoción no hay ni curiosidad, ni memoria, ni atención, ni aprendizaje. Humanizar la educación está en nuestras manos.
La Region
25/01/2017