El Centro de Alta Especialidad (CAE) Dr. Rafael Lucio tiene en práctica un interesante sistema de rehabilitación de niñas y niños que padecen labio o paladar hendido (LPH), quienes a través de la musicoterapia van logrando lo impensable con la ejecución de melodías por medio de la flauta.

Los pequeños, cuyas edades van entre los 6 y 13 años de edad, y que ya fueron sometidos a cirugías, integran un coro infantil en el que unen sus voces y talento musical, actividad que conlleva la terapia para lograr su pronta rehabilitación.

La ortodoncista y músico, creadora y fundadora de este grupo, Claudia Patricia Guzmán Valderrábano, junto con un equipo de médicos y especialistas, trabaja con base en este sistema que utiliza la flauta dulce, que requiere saber expulsar adecuadamente el aire, por lo que el ejecutante debe saber coordinar los ejercicios de respiración, recomendables para quienes fueron sometidos a cirugía de LPH.

Esta práctica, precisó, ayuda a fortalecer el sistema respiratorio y el uso de la flauta causa una protrusión del maxilar que resulta benéfico en estos casos; detalló que el coro inició con cuatro alumnos, al que se sumaron especialistas del CAE como ortodoncistas, terapeutas del lenguaje y pediatras, entre otras disciplinas, con la finalidad de proporcionar a los pequeños ayuda emocional, de desarrollo y ortopédica.

Explicó que un niño con este tipo de malformaciones sufre de alteración en el lenguaje, deformación de los dientes y baja autoestima, lo que hace necesario que se le proporcione apoyo multidisciplinario para lograr su progreso integral.

La fisura labio-palatina (labio y/o paladar hendido), es una malformación congénita que afecta órganos indispensables para una buena comunicación oral; sin embargo, si se le estimula suficientemente el menor no retrasará la adquisición de su vocabulario. Existe la probabilidad de que tenga problemas de pronunciamiento, situación que se puede manejar en foniatría y terapia del lenguaje para orientar su desarrollo físico e integral.

El tratamiento radica en mayor atención, incluso en su alimentación, dado que la succión, deglución y más tarde la masticación, son consideradas actividades prefonatorias; significa que es necesario que cualquier menor tenga la oportunidad de ejercitar las estructuras de su boca (labios, lengua, paladar, mejillas) para que más adelante utilice estas mismas estructuras para hablar.

Así, cuando se encuentre en edad de ingresar a la escuela, aproximadamente a los seis años de edad, ya esté hablando correctamente, y pueda ingresar a preescolar o primaria regular; de ahí en adelante llevar una vida integrada a la sociedad con ayuda de terapias y de un buen tratamiento de ortodoncia y cuidados de los maxilares.

Es importante reiterar que no es lo mismo si un menor presenta labio hendido o en el paladar; en el primero si se opera en sus primeros meses después de nacido, no dejará ninguna secuela en su función, el niño o niña podrá alimentarse correctamente en cuanto cicatrice, y podrá balbucear y hablar en su momento sin necesitar ningún tipo de terapia.

Cuando el problema radica en el paladar, ésta es una estructura con mayor importancia para poder pronunciar muchos sonidos, es necesario que sea operado y que quede con el suficiente movimiento como para cerrar y lograr una buena pronunciación.

Este proyecto está conformado por especialistas y personal del Centro de Alta Especialidad de Veracruz; los doctores José Ramón Hernández Carvallo, Adriana Torres y Lilia Valderrabano Ojeda, así como la maestra Teresita Custodio Jiménez.

El Universal Veracruz
11/12/2016