Los problemas sensoriales son comunes a los trastornos del espectro autista, de forma que algunas personas con autismo pueden lesionarse repetidamente --por ejemplo, tirarse el pelo o golpearse la cabeza-- porque son menos sensibles al dolor que otras personas. Una nueva investigación señala un posible mecanismo subyacente a la insensibilidad al dolor en el autismo.
El estudio, realizado por dos equipos de la Universidad de Duke, en Durham, Carolina del Norte, Estados Unidos, y que se publica en la edición de este jueves de la revista 'Neuron', vincula el autismo con una de las moléculas del dolor mejor estudiadas, llamada TRPV1, que es un receptor para el principal componente picante de los chiles.
"No se ha hecho suficiente investigación sobre los mecanismos que impulsan problemas sensoriales en el autismo, pero es importante porque el procesamiento sensorial probablemente afecta en cierta medida a cómo se desarrolla el cerebro", dice el coautor Yong-hui Jiang, profesor asociado de Pediatría y Neurobiología en Duke, y que colaboró con Ru-Rong Ji, profesor de Anestesiología y Neurobiología y jefe de investigación sobre el dolor en el Departamento de Anestesiología de la Escuela de Medicina de la Universidad de Duke.
En una investigación publicada a principios de este año, Jiang y otros colaboradores de Duke describieron un modelo de ratón de autismo en el cual eliminaron un importante gen del autismo llamado SHANK3, el cual está mutado en el 1 por ciento de las personas con el trastorno. Estos ratones muestran varias características del autismo, incluyendo déficit social y auto-aseo excesivo.
Agencias
9/12/2016